La poesía, como todo arte, tiene su estrategia. Aunque las imágenes pueden surgir de manera espontánea, se requiere un plan determinado para ejecutar la escritura del verso.
Es así como el canto que rebrota del alma alcanza su objetivo: ser una composición de palabras con vida propia.
Vislumbrar ese panorama estético convertido en poema permite definir discursos, semblanzas y perfiles del momento creacional:
La grieta
De puntillas me asomo
a la grieta florida del insomnio
magma de barro
hecho cenizas
Abrazar la hoguera cada noche
hasta que mi piel calcinada
se acrisole
Derramar un poco de alcohol
para los muertos
convocarlos con el canto
explorar la grieta
y ver cara a cara
cara y cruz
al insomnio
con sus flores sangradas
Sombras y luces están contenidas en proyecciones abisales. Las zonas más íntimas, sentimientos y misterios profundos, son la sustancia que reside en las entrañas de la poeta:
Asedio
Ella inmensa
no sabe que la asedio
Hoy creciente
creciente sonrisa que se burla de mí
blanca como neón
Ella es quien me obliga a contemplarme
hasta que me asqueo
Ella es voz de mujer torturante
negativa del hombre amado
negativa de su risa
negativa de su falo
Odio sus guirindajos
lucecitas que todos aman
pero esta vez
tengo algo planeado
tengo el puñal
mi contra
mi salvación
Ella cae otra vez
callada callando
no lo sabe
yo finjo dormir
luego salto hacia ella
y ya no la asedio más
La ocupo
Mirarse a sí misma, es una virtud textual de Mariajosé Escobar en su poemario La casa en el espejo, una publicación editada por la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello.
Escobar se coloca cara a cara como espíritu y alma, para confrontar demonios de dimensiones alternas, donde la mente navega en las aguas del caos:
Queda la sed
En mi lengua hoy
se desnuda un alacrán
en mi pie la orquídea
contraparte de la ponzoña
Con la vista trato de fijar
la realidad a la que quiero atarme
aquel poste esa calle
ese niño llorando y su madre
aquel carro y la moto
y la señora que lleva pan
cuadro tras cuadro
una línea tras otra
pero el boceto interior queda borrado
no logro aprehenderlo
En el horizonte matinal
he buscado la hebra que me lleve
a la permanencia
Ha transcurrido el día
queda la sed
El delirio y la cordura se fusionan dentro de los grafemas de Mariajosé Escobar en La casa en el espejo. Una experiencia de lectura sensorial, para psiquis despiertas.
Mariajosé Escobar (Caracas, 1986)
Escritora. Licenciada en Letras UCV. Ha publicado: Poemas de insomnio y lluvia (2011); Versos diversos. Antología poética sexo-género diversa contemporánea e hispanoamericana (Zambrano y Escobar Comp. 2011); La casa en el espejo (2015), mención honorífica del Premio Municipal Luis Britto García, mención poesía, (2016); Verbeldía, locura del verbo (2019). Su cuento Gestación gana el primer lugar en el Concurso Metro Relatos (2014), auspiciado por Monte Ávila Editores y el Metro de Caracas. Participó en talleres de poesía como los dictados por Juan Antonio Calzadilla y Armando Rojas Guardia. Representó a Venezuela en la Feria del Libro de la Habana en dos oportunidades. Ha publicado también en las antologías: Poesía, oficio puro, editorial Giraluna (2021); Poesía sin fronteras. Antología suramericana, editorial Giraluna (2021); La flor en que amaneces, ediciones Azalea (2020); Aquiles inmortal, editorial Giraluna (2020); Cuenta de poetas, colectivo editorial La Mancha (2014); Rosa caribe. Poesía de Venezuela y Cuba, editorial La Mancha (2012); Las chicas van al baile. Antología de poetas latinoamericanas, Casa del Poeta Peruano, ediciones Maribela, Lima (2012); Antología de cartón. Antología cartonera del colectivo Las Fulanas Esas (2011) y algunas publicaciones periódicas. Actualmente, tiene tres libros inéditos y trabaja en otros proyectos literarios.
Escobar, M. (2015). La casa en el espejo. Venezuela: Casa Nacional de las Letras Andrés Bello.
(Poesía, 90 páginas)
Lo puedes leer en línea por aquí: https://issuu.com/casadebello/docs/la_casa_en_el_espejo
Ricardo Romero