Un Fruto con compromiso social

El Proyecto Integral Santa Rosa es una de las obras más vivas del maestro Fruto

Viviendas que dignifican la vida de sus habitantes.

 

24/08/22.-Cuando se habla de arquitectura en Venezuela, es imposible no mencionar al gran maestro Fruto Vivas; hombre de vanguardia, revolucionario, metódico, innovador y descrito por sus vecinos, los habitantes del Proyecto Integral de Viviendas Santa Rosa, como un hombre de ética y sencillez, quien contando ya los 94 años de edad, nos sorprendió con su partida de este plano material el pasado martes 23 de agosto.

Y es que la noticia fue una triste sorpresa para toda la nación, ya que el país entero vio y vivió el desarrollo de este ícono de la arquitectura venezolana, de este hombre que además de ingenio con proyectos ambiciosos y cargados de personalidad, también dejó ver su compromiso social gracias a la construcción de grandes obras en distintos lugares del territorio nacional.

Vista aérea del urbanismo Proyecto Integral Santa Rosa.

 

Igualmente, podemos hacer mención de un conjunto de construcciones que también forman parte del arsenal arquitectónico del maestro Vivas, dentro y fuera del país, como la Plaza Mayor de San Cristóbal; el Museo de Arte Moderno, construido en conjunto con el arquitecto Oscar Niemeyer; proyecto para la sede de la ONG Vidas Recicladas, en Santos, Brasil; Mausoleo Flor de los Cuatro Elementos, lugar que alberga los restos del Comandante Eterno Hugo Chávez; Pabellón Venezolano en Hannover Expo (2000), convertido luego en la obra emblemática La Flor de Venezuela, en Barquisimeto; sin embargo, en esta ocasión hablaremos del Complejo Integral de Viviendas Santa Rosa, ubicado en la avenida Libertador de nuestra ciudad capital.

Este complejo urbanístico fue construído gracias al trabajo conjunto de la Alcaldía de Caracas y el Ministerio de Vivienda y Hábitat, y se desarrolló en el marco del Plan Presidencial de Viviendas para la Emergencia que se produjo por las lluvias que se desataron como emboscada en la vida social de las comunidades caraqueñas, en el año 2011, momento en el que el Estado bolivariano respondió con atencion rápida a una contingencia, bajo el mandato del Comandante Hugo Chávez.

El maestro Fruto Vivas, cuyo nombre real era, José Fructoso Vivas Vivas, oriundo de La Grita, estado Táchira, diseñó y se comprometió con trabajo acelerado y efectivo, en lo que hasta entonces era el inicio de un ambicioso proyecto.

La obra se construyó en dos etapas, la primera fue inaugurada en junio del año 2012 y está compuesta por 9 torres, una cancha, una plaza y un bulevar que se extiende hasta la segunda etapa, cuya entrega tardó un año más y consta de 5 torres. Ambas etapas fueron terminadas en 3 años y cuentan además, con 46 locales comerciales, propiedad de sus habitantes.

Compromiso y vocación

La emergencia nacional fue asumida por el arquitecto Fruto Vivas con compromiso social y la cercanía que sostuvo con el proyecto sirvió para consolidar la confianza en la población afectada sobre la obra que se ejecutaba. Como lo cuenta la vocera y fundadora de la comunidad, Margot Aponte, el profesor llevó la maqueta del complejo urbanístico a una de las reuniones y según el relato, “llamó a otro compañero para montarse juntos en la maqueta modelo, para que nosotros viéramos la resistencia de la obra”, manifestó.

 

Fruto vivas siempre tuvo presente espacios para el deporte y el esparcimiento.

 

Por una parte, se le estaba dando respuesta a un grupo de familias de San Agustín, Antímano, La Pedrera, Carapita, quienes por causa de las fuertes lluvias, se encontraban literalmente en la calle, sin techo, sin vivienda.

Luego de pasar un corto período de tiempo en un hotel ubicado en La Paz, fueron trasladados a un refugio en Pdvsa y al año siguiente, les estaban entregando un apartamento digno en la avenida Libertador.

“Yo tuve familiares que trabajaron en Pdvsa antes de que estuviera este Gobierno (Chávez) y nunca me dejaron entrar, ni siquiera nos dejaron cruzar hasta la acera de Pdvsa porque los guardias no lo permitían porque éramos pobres (…) pero cuando me dicen que podíamos entrar yo me sorprendí y me hicieron pasar de primera con mis morochas”, expresó con emoción Carmen Julia Vargas, actual vocera de contraloría del urbanismo Santa Rosa.  

Por otra parte, estaban los fundadores de lo que fue el barrio Santa Rosa, cuyas condiciones de vida estaban es situación de vulnerabilidad producto de la humedad causada por la quebrada que les tomaba cada vez más espacios en sus viviendas, con la humedad y una gran cantidad de roedores (ratas), que ponían en riesgo la salud de los habitantes.

Lo que fue una chivera, junto a un conglomerado de talleres mecánicos, alquilados por un ciudadano que se hacía pasar por dueño del terreno, se convirtió en un gran complejo urbanístico que impactó la vida de 376 familias, ya que dicho terreno -se descubrio después- pertenecía al Estado.

Así lo confirma en su testimonio el señor Néstor Venecia, fundador de la comunidad Santa Rosa, quien fue sorprendido al enterarse de que el proyecto que se llevaría a cabo era una creación del arquitecto Fruto Vivas.

“Cuando él (Fruto Vivas) se presenta ante nosotros, fue una alegría muy grande porque ya nosotros nos conocíamos y fue un encuentro muy grande”, dijo.

“Teníamos una constante comunicación con el Gobierno nacional, con el Estado, aquí venían los distintos entes para hacernos visitas y no nos desampararon, doy fe de eso y mi alegría es grande como venezolano y estoy agradecido con esta revolución de la cual soy militante con mucho orgullo”, expresó.

Venecia agradece todo el trabajo formativo y arquitectónico realizado por el maestro Fruto Vivas, a quien consideró un hermano y vecino del Complejo Urbanístico Santa Rosa.

GUSTAVO VARGAS / CIUDAD CCS


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