Ahora los pueblos | Doble jugada

El liderazgo y la militancia más comprometida deben garantizar la unidad popular

…eres la llama que abrasa la flor y la violencia del fiero huracán,

  la sombra oscura que sigue mi amor… (1)

Silvio Rodríguez

 

El punto de encuentro entre el magnicidio fallido en Argentina contra Cristina Fernández y el rechazo a la nueva constitución en Chile es, sin duda alguna, la hegemonía cultural establecida por las grandes corporaciones mediáticas que, con sus laboratorios, son capaces de imponer falsos consensos ante la opinión pública. Con planes coordinados que incluyen diarios impresos, portales digitales, televisoras, estaciones de radio, agencias de noticias y redes sociales; crean tormentas de falsas noticias, difundidas por sus influencers, que las hacen virales a través de su “fuego mediático”. Cuando el agredido o agredida, sea un personaje público o una opción electoral, logra responder a un ataque, ya han sucedido múltiples nuevas falsas acusaciones, generalizaciones, exageraciones, todo esto, para paralizar la posibilidad de respuesta y desmontaje de semejante avalancha de ataques.

Cabe resaltar que esta violencia es usada por las élites que se aferran al poder político, para poder seguir usufructuando el erario público. A través de estos mecanismos y otros como el lawfare, logran alcanzar su principal objetivo: frenar el avance popular. La decadente derecha neoliberal busca desmovilizar y descabezar al movimiento popular continental, para controlar la escena política en cada uno de nuestros países, puesto que necesita volver a tener el control político para restablecer la gobernabilidad tutelada por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, imponiendo gobiernos alineados a los intereses estadounidenses.

El capital estadounidense, que se encuentra en crisis interna, no dudará en impulsar nuevos ciclos de violencia para el restablecimiento del neoliberalismo. La derecha fascista usará todos los mecanismos a su alcance, incluyendo un nuevo el Plan Cóndor. Aprovechando su hegemonía cultural, las élites han posicionado en los imaginarios colectivos los valores y preceptos de la democracia liberal burguesa, tales como la supuesta alternabilidad y autonomía de los poderes públicos.

Frente a la arremetida de la derecha neoliberal que busca crear un falso consenso social a favor de la violencia y la impunidad, los liderazgos comedidos que mantienen discursos moderados no parecen ser la mejor opción de respuesta, tales son los casos de Gabriel Boric en Chile y Alberto Fernández en Argentina. El liderazgo y la militancia más comprometida deben garantizar la unidad de las fuerzas populares, aprovechando el escenario privilegiado que supone la calle para hacer política, dar la batalla cultural comunicando cara a cara y manteniendo la movilización popular.

En el próximo escenario electoral en Brasil para octubre de este año, Lula Da Silva, quien encabeza las encuestas después de haber superado el lawfare que lo encarceló injustamente, debe primar el cuidado de su integridad física frente a posibles atentados y mantener el tono alto de su discurso contra una derecha dispuesta a todo.

 

(1) Rodríguez, Silvio (1996). El viento eres tú. Álbum Domínguez. Disponible en: https://youtu.be/B_BB_5uACYY

 


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