Comentarios noticiables | Acerca del golpe de Estado contra Allende
A cincuenta años de su ejecución
16/09/2023.- No olvidar aquel día 11 de septiembre de 1973, cuando un sector de la mafia militar y oligárquica de Chile, dependiente del imperialismo norteamericano, derrocó el gobierno del doctor Salvador Allende, quien había sido confirmado democrática y constitucionalmente presidente de Chile el 24 de octubre de 1970. Esto ocurrió pese a los esfuerzos —tanto encubiertos como abiertos— del presidente de Estados Unidos (EE. UU.) Richard Nixon para impedir el acceso al poder de Allende, el 3 de noviembre de 1970, como primer Presidente socialista electo en la América Latina.
Richard Nixon, entonces trigésimo séptimo presidente estadounidense (1969-1974), nunca se apartó de la idea de liquidar todo aquello que oliera a socialismo o comunismo, sobre todo en América Latina. Por ejemplo, la victoria del líder socialista Salvador Allende, con 36,30% de los votos en las elecciones presidenciales del día 4 de septiembre de 1970, nunca fue de su agrado. Tampoco lo fue el hecho de que a un mes y veinte días de los comicios presidenciales del 24 de octubre, el Congreso de Chile hubiera ratificado la elección del presidente Salvador Allende con una votación de 153 votos a favor y 35 en contra.
A cincuenta años de aquel instante infernal, cuando la élite fascista chilena martirizó y destrozó la convivencia social y cubrió de todo tipo de heridas a la población civil de Chile, hoy se exhibe un desgarramiento en la civilización chilena, lo cual no es muy alentador de constatar. Los medios de difusión privados de esa época fueron el arma más eficaz en manos de oprobiosos propietarios que crearon los estados de opinión más favorables a los designios de EE. UU., denominador común que traslució una sociedad llena de desigualdades, ficciones y mentiras, causantes de la muerte de más de cuarenta mil personas y el exilio de más de doscientos mil ciudadanos. Un plan siniestro que no debe hacerse realidad nunca más.
Durante el gobierno socialista de Allende se tomaron más de cuarenta medidas nacionales que entrañaban el crecimiento y diversificación de la industria, para facilitar el aprovechamiento más eficaz de sus recursos naturales y humanos. Es de destacar: la nacionalización del cobre; la reforma agraria; la sindicalización de los trabajadores del campo; la nacionalización de la banca; la reforma de la educación pública; la expropiación de la International Telephone and Telegraph Company (ITT), la nacionalización del comercio exterior, etc.
El actual gobierno de Chile de democracia representativa, presidido por Gabriel Boric, sigue alineado a la Constitución de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), la cual no ha sido posible abolir. El pueblo espera desvanecer todo vestigio dañoso de la era Pinochet, porque así la democracia garantizará mejor la paz y la seguridad nacionales.
Por ello, la solidaridad latinoamericana con el pueblo chileno se manifestó en la cumbre sobre derechos humanos, a cincuenta años del golpe de Estado en Chile.
J. J. Álvarez