Derreflexión | Claves para tener una vida feliz. Parte I
El estudio más largo realizado en la historia parece revelarlo
16/09/2023.- La respuesta sobre las claves para tener una vida feliz quizá pueda variar de una persona a otra. Sin embargo, el actual director de un estudio sobre el tema, Robert Waldinger, comentó que, luego de una serie de largas entrevistas, el 80% de las personas contestó que les gustaría ser ricos. ¿Pero es esta verdaderamente la respuesta correcta?
¿Qué es la felicidad?
El ser humano tiene siglos analizando esta interrogante y cada área de estudio pudiese aportar una respuesta diferente. Por ejemplo, los científicos podrían contestar que la clave se encuentra en la capacidad del cerebro para producir serotonina y dopamina.
Una postura filosófica también podría dar diversas interpretaciones sobre la felicidad, comenzando por la de mantener una actitud de indiferencia ante ciertos acontecimientos de la vida, o el poder disfrutar de cada momento como si fuese el último, tal como aseguraba la escuela de los epicúreos.
La vertiente religiosa podría afirmar que la felicidad consiste en cumplir ciertos preceptos y permitir que sobresalgan atributos de naturaleza divina, tales como el amor, la caridad, la humildad, la gratitud o el perdón.
Otros podrían decir que la verdadera felicidad consiste en servir a los demás y "salir un poco de sí mismo", como defendería la corriente logoterapéutica. Pero un estudio llevado a cabo por la Universidad de Harvard sobre el desarrollo de los adultos enfatiza que la respuesta se encuentra en otro aspecto.
¿En qué consistió el estudio de Harvard?
El doctor Waldinger puntualizó cómo muchos adultos aspiraban a la fama y cómo la sociedad recalcaba que era necesario trabajar más para lograr más, como si la felicidad de la vida radicase en algo que se debía perseguir.
Por ello, en 1938, comenzaron el estudio más largo de la historia, viendo en retrospectiva la vida de muchas personas desde su adolescencia.
Por 75 años rastrearon la existencia de 724 hombres, año tras año, preguntándoles sobre sus vidas en el hogar, su trabajo, su salud, sin tener idea de cómo resultarían esas historias.
Este estudio fue posible gracias a la persistencia de varios investigadores durante generaciones. En la actualidad, sesenta de aquellos hombres que comenzaron a participar todavía están con vida, tienen más de noventa años y continúan contribuyendo a la investigación.
Waldinger, en realidad, es el cuarto director del estudio, que ahora indaga en las vidas de los dos mil hijos de aquellos 724 hombres iniciales.
El primer grupo estaba conformado por estudiantes universitarios de Harvard, que terminaron sus carreras en tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Luego, la mayoría se fue a servir en ese conflicto bélico.
El segundo grupo estaba conformado por los chicos de los barrios más pobres de Boston, provenientes de familias desfavorecidas, y carecían de servicios básicos como agua y electricidad.
¿Qué pasó en la vida adulta de esos chicos?
Estos chicos crecieron, hicieron su vida adulta y algunos llegaron a ser operarios de fábricas, albañiles, médicos, entre otros. Uno de ellos se convirtió en Presidente de los Estados Unidos.
Otros llegaron a caer en el alcoholismo o a padecer de esquizofrenia; unos ascendieron desde la base hasta la cumbre, socialmente hablando, y a otros les ocurrió a la inversa.
Con el fin de obtener una visión más clara de sus vidas, los investigadores han usado cuestionarios, entrevistas, análisis de sus historiales médicos, escáneres de cerebro, charlas con sus hijos, estudios sanguíneos, entre otros.
Isbelia Farías