20/09/2023.- Antes de entrarle al tema, caliento motores.

Tienen razón los coordinadores de las primarias que son clandestinas en renunciar.

No solo porque les ofrecieron millones después de la huida vergonzosa del interino. Nada más hay real para mantener el millonario modo de vida de la familia Guaidó y sus cómplices que viven en el extranjero.

Reales robados a la nación con anuencia de gobiernos, que le sacan a nuestro empobrecido país lo que pueden, ofreciendo ilusiones como el cuento de que van a quitar las sanciones.

Y no las quitan porque uno sea negativo o pavoso, ya que, si fuera por eso, no hay nada que atraiga más a la mavita que los directivos de la oposición venezolana, quienes han demostrado que poco les importan nuestros sufrimientos o los peligros que corra la patria.

Sucede que la élite financiera del primer mundo está contenta con los robos que a Venezuela le han hecho a partir de las sanciones, ya que esa gente coge su parte y por adelantado.

Bien, creo que eso es bastante comprensible y quien no quiera entenderlo... allá él o ella...

Pero el tema de esta semana para mí son nuestras feministas, a las que francamente a veces no comprendo.

Para organizar ONG, que sí son opositoras, buscan apoyo financiero en EE. UU. o la ONU, pero si no, le piden al gobierno. Siempre están listas, como los boy scouts.

Pero para dar a entender su lucha y ampliar su pegada —digamos, atrayendo hombres—, siempre fallan.

Por ejemplo, en los próximos días viene a cantar en el Teresa Carreño quien como cantante lírico ha sido uno de los mejores, pero como ciudadano da mucho que desear.

Obviamente, es Plácido Domingo, quien, si uno fuese feminista, diría que tiene una vieja culebra con las mujeres.

Ese gran exponente del canto académico por mucho tiempo temió visitar los Estados Unidos y México, que son los mayores mercados de América.

Sucedía que Plácido Domingo fue acusado repetidas veces por ataques sexuales a damas que habían trabajado con el macho desbordado.

Incluso una hija, que luego —y merced a las conexiones del cantante— apareció en la revista Playboy, lo había acusado.

No doy detalles porque me parece que ese no es el rol de los medios, pero dejo por sentado que el señor —y eso quizás sea un decir, en este caso— fue acusado y tuvo que gastar una fortuna para que sus acusadoras retiraran los cargos.

Eso o lo saben, o lo deberían saber, las feministas nuestras, que podrían quitar tiempo a rellenar formularios para acceder a financiamiento externo —casi siempre— y estar organizando una protesta en el Teresa Carreño.

Una protesta cívica, pero firme. Eso le haría mucho bien al feminismo venezolano, hoy de capa caída.

Muchas gracias.

Domingo Alberto Rangel