España sin visos de lluvia y los embalses en niveles agónicos

Hay ejemplos de la alarmante situación de crisis ambiental que atraviesa el planeta Tierra

El calentamineto global va contra toda forma de vida.

05/10/23.- Sin perspectiva de lluvias a corto plazo, en el arranque otoñal más cálido de la historia, un déficit anual de precipitación cercano al 11 por ciento y embalses en niveles agónicos de agua, por debajo del 36 por ciento de su capacidad, la fuerte sequía que arrastra España se agrava.

Tras el final del verano, la península ibérica se encuentra en fase de sequía meteorológica de larga duración, teniendo en cuenta las lluvias de los tres años anteriores en todas las cuencas de acumulación salvo la del Júcar, Segura y Tajo.

Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en las cuencas del Guadalquivir y Guadiana se trata ya de la sequía más duradera desde 1961, mientras que en la cuenca del Pirineo oriental es la sequía más intensa. 

La causa inicial de las sequías es la insuficiencia de lluvias (sequía meteorológica), lo que deriva en que los recursos hídricos sean insuficientes para satisfacer las necesidades existentes (sequía hidrológica).

El calentamiento global

La contaminación del agua, aire y suelo, el calentamiento global, la deforestación, la sobrepesca, los accidentes industriales y nucleares, la pérdida de la biodiversidad, etcétera, son solo algunos ejemplos de la alarmante situación de crisis ambiental que atraviesa el planeta Tierra.

De manera irracional e inconsciente la especie humana ha explotado los recursos naturales y ha descuidado su empatía por la naturaleza, llegando a una situación límite.

La particularidad del cambio climático actual es de origen antropogénico, es decir, está provocado por la especie humana. Esta es una característica respecto a los cambios climáticos anteriores. Aunque todos los cambios climáticos, desde que existe la especie humana en la Tierra, comparten una característica: desastres ecológicos.

Desde el Protocolo de Kyoto (1997), las emisiones de los países desarrollados se elevaron en un 13% y de ese volumen el 57% corresponde a los Estados Unidos (EEUU). La reunión mundial de Copenhague (2009), pese a la catástrofe ecológica que amenaza al género humano, fue abortada por EEUU. Los gobiernos imperialistas están sin dirección para contener el asfixiante y venenoso dióxido de carbono.

En apenas 200 años, se están agotando los hidrocarburos que la naturaleza en 400 millones de años tardó en formar.

El planeta en que estamos revela que grandes áreas de la superficie de la Tierra están sujetas a condiciones climáticas extremas, tales como ciclones tropicales, huracanes o tifones que dominan la vida en esas zonas. Muchos lugares están dominados por terremotos, deslizamientos, tsunamis, erupciones volcánicas, tornados, ventiscas, inundaciones, sequías y otras causas dentro del segmento de los desastres naturales. Numerosos espacios están sometidos a la contaminación causada por el hombre que afecta el aire y el agua, la lluvia ácida, generación de sustancias tóxicas, la pérdida de vegetación y de la vida salvaje, la extinción de especies, la degradación del suelo y su agotamiento, la erosión y la letal desgracia de los suelos aptos para la agricultura en general. Literalmente estamos en un mundo en bancarrota.

Y el principal depredador es el hombre, pero, no desde su perspectiva individual, sino como víctima del devastador y criminal sistema capitalista que, como por "arte de magia", ha logrado que los hombres y mujeres se hayan enajenado a ese perverso régimen destructor, explotador e inhumano, donde el sistema financiero con su poder hegemónico omnímodo, asociado al poder mediático de los medios de comunicación social privados, han logrado que si no estamos prevenidos ante su acción mortífera continuarán inoculando que amemos al opresor y odiemos al oprimido. Y con ello la profundización de la amenaza de toda forma de vida en esta hermosa Tierra.

ALBERTO VARGAS / CSS


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