118/10/2023.- El mismo día en que en el Ecuador asesinaron un candidato presidencial y casi a la misma hora, en Buenos Aires un par de delincuentes motorizados asesinaban una joven, después de arrastrarla por la calle vilmente, para robarle el almuerzo.

Nada extraño en un mundo donde la violencia se predica desde la niñez, en prácticamente todos los medios… incluyendo redes sociales.

Lo que sí llamó entonces mi atención fue que inmediatamente después del asesinato del candidato ecuatoriano… y de la adolescente argentina… en todas las redes se publicaron profusamente videos comentando los hechos.

En ambos casos los comentarios terminaban, luego de una narrativa dirigida a enervar al público que la escuchase, con frases dirigidas a “aquí se necesita un cambio”.

Al dia siguiente comenté en una de mis columnas, que ambos asesinatos me parecían contratados para influir en los resultados electorales de esos países.

Y dada la velocidad de publicación de los videos… que se hicieron “virales”… supuse que más allá de la mano invisible de los estadounidenses… podían haber otros interesados… como el narcotráfico o la delincuencia organizada que dada la debilidad de nuestros gobiernos, en Iberoamérica se atreve a influir directamente en los resultados electorales.

Bien, en Ecuador hubo el fin de semana pasado una revuelta electoral y perdió la candidata del correismo… ganando el candidato Noboa… casado con una emigrante venezolana.

Y en Argentina… salvo catástrofe mayor… el ciudadano Milei… financiado por vendedores de armas… se perfila como próximo presidente a pesar de sus excesos verbales.

A estas alturas del relato habrá comentaristas que anotan el triunfo de Noboa a determinada estrategia… pero a mí me parece más bien que más que la candidata, quien perdió fue Correa… y la corrupción ligada a su gobierno.

Y no es el primer caso de un gobierno como el de Correa y su Revolución Ciudadana, que levantó autopistas que no se ven en Venezuela, donde tenemos petróleo como para pavimentar una hasta el polo… pero que terminó envuelto en casos de corrupción… y perdió una elección que hace poco se veía ganada.

En Venezuela el dictador Marcos Pérez Jiménez construyó la primera autopista que entonces era la joya arquitectónica en este lado del mundo… levantó edificios de 25 pisos en una Caracas donde pocos edificios pasaban del cuarto… y perdió el poder después de ganar una elección.

Mientras tanto, la Argentina se acerca al día en que una especie de orate… que promete cerrar el Banco Central –para júbilo de sus financistas banqueros–… contratar milicias privadas en vez de usar el ejército y casi que pedirle perdón a Videla, el asesino dictador… se prepara para tomar la Presidencia… con lo cual la señora Kirchner debería por lo menos salir de viaje.

Milei, aparte de sus excesos, siempre recuerda un punto que es su caballo de batalla: llamar “ladrona” a la clase política en pleno.

Y eso le da votos… como en Ecuador también a Noboa… pero el punto es si nuestros gobiernos están o no destinados por los dioses… a ser incapaces de enmendarse… o por el contrario a combatir de verdad la corrupción.

En el primer caso serán derrotados… por marionetas del delito organizado y las mafias del narcotráfico… en el segundo hasta podrán renacer sus partidos por más difícil que sea.

Domingo Alberto Rangel