23/10/23.- El asistente de coach de bateo de los Leones del Caracas, René Reyes, destacó parte de su trabajo en el beisbol desde sus inicios como pelotero hasta su retiro y posterior paso a ser técnico en este elenco de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP).

Reyes, actualmente con 45 años de edad, fue jugador de las Grandes Ligas por dos campañas, luego de haber debutado con los Rockies de Colorado el 22 de julio de 2003. Llegó a disputar 81 encuentros en ese nivel, bateaba a las dos manos y lanzaba a la derecha.

También fue inicialista y receptor en sus primeras campañas en la pelota local, pero fue mudado a los jardines por diversos motivos. Aunque era algo pesado llegó a fungir como primer bate en sus años de novato. También tenía poder ocasional y un buen contacto con una limpia mecánica para batear a ambos lados del plato.

Era rápido, buen defensor y poseía un brazo educado en los jardines. El nativo de Margarita se caracterizó por ser en Venezuela un pelotero atractivo para las instancias finales. Fue el Jugador Más Valioso en las finales de la 2003-04 y en la 2008-09, en ambas reforzando a los Tigres de Aragua, ante precisamente los Leones.

En esa final, los bengalíes lo escogieron de refuerzo porque a juicio de los comentarios de esos momentos "le tenía rabia a la entonces directiva caraquista porque lo habían cambiado a Cardenales de Lara, por el mejor lanzador de la Liga en esos días, Edwin Hurtado".

Al respecto, Reyes expresó que "fue un momento en que quería desquitarme y ganarles. Con el tiempo se me pasó (la rabia), además que -siendo un profesional- sabía que esa situación sucedería en mi carrera. De hecho, jugué con casi todos los equipos en la Liga".

René Reyes bateó en esa final de la 2003-04 un promedio de .290, con cuatro jonrones y 11 empujadas. En uno de los encuentros de esa instancia la sacó a ambos lados de la caja de bateo, dejando claro que quería triunfar y ganarse su anillo.

En la LVBP vistió los uniformes de Caracas, Cardenales de Lara, Tigres de Aragua, Águilas del Zulia, Bravos de Margarita, Tiburones de La Guaira y Caribes de Anzoátegui. Solo le faltó el de los Navegantes del Magallanes (divisa con la cual alguna vez soñó jugar en su infancia, pero que nunca se le dio en su carrera profesional).

Disputó 23 campañas en Venezuela con siete divisas, logró cinco campeonatos. Es, junto a Tomás Pérez, el único ambidiestro en la historia de este circuito con más de 1.000 inatrapables de por vida. El margariteño acumuló 1.048 en su carrera y en un futuro podría ser firme candidato a llegar al Museo del Beisbol, Salón de la Fama en Valencia.

Jugó también con los Pericos de Puebla en México durante varias campañas, donde dejó gratas sensaciones en esa liga norteamericana.

Además estuvo en su última etapa como pelotero activo en la Liga Mayor de Beisbol de Venezuela con los Delfines de La Guaira hace dos campañas atrás. 

En entrevista hecha para el diario Ciudad CCS el hoy pelotero retirado explica la actual situación que vive con los melenudos, sobre su nuevo hogar en La Rinconada, el uso de la tecnología y en cómo el Caracas puede sacar ventajas actualmente y de la empatía que debe haber para triunfar en el beisbol, como en la propia vida.

- ¿Cómo pudiste llevar el retiro tras tantos años jugando pelota?

- Para empezar, no fue fácil, debido a que fue mucho tiempo haciendo este trabajo. Luego me ofrecieron el puesto, al cual me he venido adaptando, debido a que tampoco es sencillo, porque ahora toca pensar más como técnico y no como un pelotero. Gracias a Dios, esa página la pasé hace rato, muchas personas me preguntan oye, ¿por qué no agarras un bate para que sigas jugando? Y les respondo que no. De hecho, muchos me llamaron cuando me anunciaron como asistente de Ramón Castro, me preguntaban que si iba a jugar de nuevo.

Inclusive cuando camino por las calles algunos me dicen "cónchale ahora Leones sí que se puso bueno, llegó un bate fresco al equipo y puedes aún hacerlo". Yo los dejo que hablen y luego al final les reitero que ya no soy jugador sino hitting coach (coach de bateo).

- ¿Qué sueles comentarle o sugerirle a los más novatos en el club?

- Yo llegué acá al equipo nuevamente. De inmediato me puse a trabajar con los más novatos, sobre todo en la parte mental. Obviamente, como todos sabemos, ya cuando el pelotero tiene un tipo con jerarquía, no es que quieren hacer lo que les dé las ganas, sino que no quieren trabajar con fundamento, ni con nada de estilo. Para eso estamos nosotros, para transitarlos por el camino correcto. Si les decimos "vamos a trabajar" y responden que no, quienes se están metiendo en problemas son ellos.

En el caso de los novatos, agrega, ellos vienen a mí. Siempre me piden algunos consejos para mejorar su mecánica. Es, como siempre se dice que el beisbol, 90 por ciento mental y 10 por ciento físico. Por esa razón trabajo mucho en la parte mental para que mejoren más como jugadores y así se evita que caigan en depresiones o decaigan en su desempeño. Cuando ellos fallan en un turno o en dos, siempre estoy allí.

De hecho, ayer (juego inaugural) le di a (Oswaldo) Arcia y a (José) Rondón algunos consejos. Les pregunté qué les ocurría, les dije que están adivinando pitcheos, que salieran a batear esa pelota como es debido, que le pusieran a los turnos, que se cuidaran de los lanzamientos malos, de los cambios y de otros detalles que pudieran suceder en el juego.

Arcia me respondió: "Coye, compadre, no me salen las manos (tiene la mecánica lenta para batear o para ajustarse), veo el pitcheo allí pero no logro darle, no me sale". Eso suele pasar, a mí me ocurrió muchas veces cuando jugaba pero es el primer juego.

- ¿Qué balance se puede hacer en un primer juego de la campaña en donde solo batearon cuatro inatrapables?

- Es muy temprano para estar haciendo balances. Sabemos de los bateadores que tenemos, el equipo con el que contamos. Yo creo que ellos mismos van a hacer sus ajustes. Reitero que es muy pronto para estar reuniéndonos con los jugadores. Por ahora dejemos que pasen los días y vamos corrigiendo en el camino.

Obviamente, para mí la diferencia fue que Caribes (de Anzoátegui) atacó. Los bateadores supieron descifrar a Albert (Suárez) desde temprano. Le daban a cada ratico sus inatrapables y luego a los otros relevistas que estuvieron lanzando. Esas fueron a mi juicio las claves del juego. Nosotros estábamos algo apagados. Como hablábamos recientemente, a Arcia, por ejemplo, que no estaba a tono en su primer día, veremos qué sucede luego.

- ¿Cómo aconsejas a los jugadores para dejar atrás el juego anterior y enfocarse en el partido de hoy?

- A los novatos uno les da una especie de charla intensiva para que se encuentren listos para cualquier cosa. Puede ser que sean necesitados en la quinta entrada, se les manda a calentar, porque no sabemos qué llegue a pasar. Un ejemplo es que -Dios no lo quiera- se lesione un jugador o algo así por el estilo. Les recomiendo que traten de estar ready (listos). A los que tienen más experiencia y que suelen estar en la alineación titular, el consejo es el mismo, que se preparen bien, que se olviden del turno anterior, que pasen la página y que salgan allá a la caja de bateo.

Les digo que, de acuerdo con la situación del juego, que traten de ver un pitcheo y poner la pelota en juego. No es igual batear sin corredores en bases o abriendo el inning, a tener las almohadillas llenas y dos outs en contra. Así es como vamos trabajando en ese sentido.

- Ahora, ¿Cómo se trabaja con las nuevas normas que ha venido implementando la Mayor League Baseball para reducir el tiempo de juego?

-(Risas). Estamos trabajando en eso. Hay muchos que no están familiarizados con esos cambios y otros que sí. Pero vamos poco a poco adecuándonos a esos controles. Acá (en el Estadio Universitario) todavía no han puesto el reloj de pitcheos. En La Rinconada ya fue colocado, aunque ayer (primer juego de la campaña) no lo activaron. Vamos a ver qué sucede. Ya gracias a Dios, junto con José Alguacil, Lipso Navas, Óscar Salazar y Ramón Castro, quienes formamos parte de este cuerpo técnico, estamos organizados y sabemos cómo será esto en poco tiempo.

- Un pelotero que jugó ese beisbol del pasado como usted, ¿cómo le parecen estos nuevos cambios que han hecho?

- Digo, como lo he escuchado de varios fanáticos y de otros peloteros, que obviamente están echando a perder el beisbol. Tú sabes, tipos que nunca han jugado este deporte, y lo peor es que las cosas les salen. Debido a que las horas de duración de los encuentros han bajado, las estadísticas de los bateadores ya no son por encima de los 300 sino de 200 y algo, ahora el bateador está forzado a darle para allá arriba (hacer contacto a lanzamientos que anteriormente dejaban pasar). En lo personal, nunca me han gustado estos cambios y creo que van a seguir pasando cosas en el beisbol.

- Inclusive, sucedió anoche en el juego inaugural entre Tigres de Aragua y Tiburones de La Guaira, que sin dar un hit los guairistas vencieron, por la norma del corredor en segunda base, la famosa Regla Panamericana, pero fue colocado un corredor en segunda base al cual el lanzador había retirado en la entrada anterior para ser el último out, ¿cuál es su opinión al respecto?

- Tuve la oportunidad de verlo al final, creo que fue el cerrador de los Tigres, Adam Hockafet. Una de las cosas que le comenté a mi esposa en ese momento fue ¿para qué salió el coach de pitcheo allá a hablar con el pitcher?, ¿a qué?, ¿qué le fue a decir? Luego vino el batazo, son cositas que siempre han pasado. Si hay dos outs a qué vas a ir allá, sé que es para animar al pitcher, un aliento, a darle una palmada, pero -como siempre he dicho- el que va a ganar no pierde compadre. Esa fue la situación y los Tigres terminaron perdiendo el juego.

- Ahora, estando en ese estadio nuevo en La Rinconada, que tiene unas jaulas de bateo dentro de los dogouts, ¿como coach de los bateadores, cuáles ventajas pueden tener en esas condiciones que no las ofrecen los otros escenarios en Venezuela?

- Es 100 por ciento ventajoso, es una ventaja muy grande. No nada más para el bateador designado sino para los demás muchachos que vayan a entrar en esos momentos, porque cuando se les dice que se preparen en algunas de esas entradas del juego, les digo "vamos a entrar a la jaula a batear en pleno partido". Yo mismo voy, les tiro una práctica de bateo con todo o como ellos quieran.

Ese estadio me gusta por eso y por muchos otros motivos, cuando yo estuve allí con Bravos (de Margarita) después de la Serie del Caribe hicieron allí unos show case (evento para cazar nuevos talentos) en cada lado, y allí mismo los teníamos. Es decir, no había pérdidas. Claro, el rival también, La Rinconada tiene esa condición en su dougout de visitantes.

MILTIÑO OCHOA / CIUDAD CCS