Letra fría | Los 80 de Blas, el Arbolario
10/11/2023.- Los 80 años de Blas no podían pasar por debajo de la mesa, mucho menos ahora que le dio darse por muerto sin ser un hombre perdido. De estar vivo hoy, me estaría diciendo: "Verga, Humberto, ¿será que vamos a quedar pa semilla?". De pana que no me resigno a olvidar aquellas largas conversaciones telefónicas nocturnas, que eran la propia joda entre dos buenos y queridísimos amigos. De las que ocurrían en vivo, una de las últimas tuvo foto y todo, con el doctor Roberto Malaver, en El Cuchitril. No es fácil sentirse huérfano de un hermano y por eso me alegró mucho que su hija Valentina me escribiera para contarme que en el 80 aniversario de su nacimiento, Maracaibo rinde tributo al más "arbolario" de sus poetas, con un ensayo poético musical y la exposición de 25 obras plásticas inéditas de su autoría: Blas Arbolario.
El encuentro, que tiene el propósito de conmemorar todas las facetas de la obra artística del gran poeta, transcurrirá entre poemas musicalizados, la proyección de un microdocumental, el recital poético y una exposición de obras pictóricas inéditas de Perozo Naveda, bajo la dirección del músico zuliano Atenógenes Urribarrí y la participación especial de Valentina Perozo, Ana María Rodríguez, Michel Urribarrí, Andrés Villalobos, Ender Silva, Audio Cepeda y Leonor Mata.
Ya lo dije en la radio, o mejor lo diré en el programa de mañana sábado 11, y hoy viernes lo digo aquí en esta Letra fría: valga la ocasión para explayarnos un poco en los recuerdos. Cuando cumplí 70, me dije que a partir de este momento, los poetas comenzamos a morirnos. Para curarme en salud, comencé una serie memoriosa, que la semana pasada iba por Japón. Hoy hago paréntesis para homenajear a mi hermano querido, el Arbolario Blas. Era tan periodista que se hizo el loco para hacer un reportaje en el manicomio de Maracaibo, y en uno de mis intentos por irme de brazos con la Parca, la única mujer que le ha costado cautivarme, me entrevistó en Radio Alborada, de nuestro hermano Darvin Romero Montiel, junto al otro querido panita Alexis Blanco. Al pie del patíbulo, en 2014, me recuerdo en sillas de ruedas, entrando a quirófano, con los dos excelentes periodistas sacándome mis últimas sensaciones, al borde de la muerte. Tanto que el doctor Carlos Batista tuvo que decirme: "Señor Márquez, tenemos que proceder a la intervención", y yo solo respondí: "Disculpe, doctor, es que estoy dando la última entrevista de mi vida". Siento mucho haberles "machorreado" ese tremendo tubazo de haber entrevistado a un ¡casi muerto! Ja, ja, ja.
En El blog de Agustín Torres hay un Diccionario Solo para Maracuchos, para ser precisos, será para no-maracuchos, porque nosotros los susodichos sí que nos entendemos. Para los de la Real Academia, "Arbolario" (baumartig en alemán, y arbolary en inglés), en maracucho, es, según Torres: "Alborotador, individuo que hace demostración excesiva de ira, queja, admiración, alegría" y todas esas cosas que Blas también era.
Pero mejor que lo diga nuestro también querido Juan Calzadilla:
Pocas veces se presentó en las letras zulianas una situación de mayor insurgencia que cuando hizo su aparición en el Maracaibo de Udón Pérez el rutilante y ruidoso grupo Apocalipsis, o como cuando un poeta nativo de Paraguaná y estudiante de la Universidad del Zulia, de nombre Blas Perozo Naveda, presentó sus dos primeros libros que se editaron: Caín y Babilonia(1969).
Su poesía echó raíces en esta propuesta, creció en esta apuesta y él le fue fiel durante toda su vida. Tal ímpetu no hizo sino crecer en la poética de Naveda y estalló en el periodismo, la crónica, la política y en la vida de este poeta que luego, en compañía de otros colegas, fundó una agrupación conocida como el Maracuchismo-Leninismo, cuyo primer manifiesto tuvo la fachada que le proporcionó el libro del propio Perozo Naveda, titulado Date por muerto que sois el hombre perdido.
Creo que continuará...
Humberto Márquez