Comentarios noticiables | Hay que frenar la matanza de los palestinos
En aras de la paz y seguridad del Medio Oriente
18/11/2023.- Ya basta de la violación, por parte del régimen sionista de Israel, a la salvaguarda de la población civil palestina en la Franja de Gaza y en Cisjordania de Palestina, y de irrespetar los principios fundamentales de las leyes y costumbres de guerra y sus consecuencias bélicas. El derecho internacional (DI) parte del criterio de que las fuerzas armadas deben utilizarse únicamente contra los ejércitos del enemigo, pero no contra la población civil. Los ataques y bombardeos a una población civil indefensa están prohibidos, según el DI.
Israel, apoyado por Estados Unidos (EE. UU.), revela el alto estado de deshumanización, descomposición y podredumbre del sistema político imperante en Tel Aviv, incapaz de tomar las medidas adecuadas contra los que comercian con la barbarie y la muerte. El sionismo de Israel ordena matar, pues mata y causa mal a los palestinos desde que concibió a Palestina como la "tierra prometida". El periodista vienés Theodor Herzl (1860-1904) con sus escritos dogmáticos imprimió sueños, fortaleza y esperanza al pueblo judío, pero nunca tuvo la muerte como bandera política.
Hoy, cuando las noticias falsas (fake news) occidentales que atañen al actual conflicto israelí-palestino están rellenas de eufemismos, maniqueísmo, falsedades y manipulaciones, la realidad trata de convertir al agresor —Israel— en víctima. Recordemos, por ejemplo, la respuesta del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, al presidente francés, Emmanuel Macron, por haber rechazado las matanzas de mujeres, niños y ancianos palestinos durante los ataques y bombardeos del ejército israelí a la Franja de Gaza y Cisjordania. A esto, Netanyahu le respondió: "Condene a Hamás y sus crímenes, que pueden cometerlos en París, Nueva York o cualquier parte del mundo". Netanyahu, convertido en rey de Babilonia —quise decir, de Israel—, no hizo más que revelar la aplicación de la ley del talión: "Ojo por ojo, diente por diente", contenida en el Código de Hammurabi de Babilonia, del siglo XVI antes de nuestra era.
Del Estado de Israel, que carece de una Constitución que garantice el derecho a la vida de su población, ¿qué se puede esperar para sus vecinos palestinos de la Franja de Gaza y Cisjordania, cuando durante más de 75 años han estado en plena colisión política con el Estado sionista? Hoy todo es peor. Pasado un mes de la agresión, Israel se aprovecha de la presencia de civiles para cometer genocidio, sin que para ello exista la obligación de rendir cuentas de sus atrocidades ante la ONU. Tal hecho pisotea los principios de la propia Carta de la organización.
No se puede comparar el ataque —supuestamente terrorista— de Hamás a objetivos militares en zonas ocupadas de Palestina por parte de Israel, con el perpetrado por las fuerzas armadas sionistas en la Franja de Gaza y Cisjordania. El primero se da por la vehemencia de un movimiento de resistencia islámico, que ha sido agredido de forma continua con distintos tipos de crímenes de sus líderes y también contra la población civil palestina. El segundo, el perpetrado por Israel, para adornar la fachada del dogma sionista, nazista y fascista, que cada vez se hunde más en el abismo de sus políticas internas y externas.
La solución justa del problema palestino es la creación de su Estado soberano e independiente, para que sea admitido en la ONU. Muchos líderes mundiales así lo sostienen y plantean. Frenar ya las matanzas de palestinos, evitar más derramamiento de sangre y detener las maniobras imperialistas es la solución.
La solidaridad con el pueblo palestino es un deber humano, un trabajo político de honor y ética, digno de los que han ofrendado sus vidas por un luminoso futuro de paz y seguridad en el Oriente Medio.
J. J. Álvarez