Hablemos de eso | Avanzando hacia el 3 de diciembre y más allá

19/11/2023.- El martes 7 de noviembre se celebró la reunión en la sala Ríos Reyna del tetaro Teresa Carreño y asistieron todos los gobernadores y alcaldes (de las filas chavistas y de la oposición), todos los diputados a la Asamblea Nacional, los jefes de partidos de oposición, representantes de distintas confesiones religiosas, todos los poderes del Estado, los presidentes de las federaciones de empresarios, de los medios de comunicación privados, gente del sector cultural, de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, de sindicatos y movimientos sociales. Una muestra amplia de gente que no parecía que pudiera reunirse en la misma sala. El martes 14, el presidente Nicolás Maduro estuvo en conferencia con todo el cuerpo diplomático, para llevar las verdades de Venezuela al mundo, en todos los idiomas.

Voceros de todos los grupos se fueron agrupando frente al Consejo Nacional Electoral, en sus sedes de Caracas y en todos los estados. La movilización se ve en la calle y se ampliará.

En 1899, cuando el fraude del laudo arbitral de París, el país estaba fragmentado, con un Estado que apenas se mantenía. Cipriano Castro había iniciado la Revolución Liberal Restauradora y comenzó a avanzar desde Táchira hacia Caracas en mayo de aquel año, el gobierno de Ignacio Andrade era tan débil que puede decirse que se desbarató antes de la llegada de Castro a Caracas en octubre. Sin ejército y con una endeble presencia en el territorio nacional, sin rentas públicas y con múltiples deudas, era el escenario perfecto para la jugada de despojo fraguada entre los Estados Unidos e Inglaterra. La disputa por el Esequibo se daba entonces entre la mayor potencia imperialista del mundo. La Gran Bretaña, y un país debilitado y prácticamente inerme en todos los flancos (no solo militar y políticamente, sino económica o diplomáticamente).

La situación ahora es otra. El avance de la ExxonMobil sobre las aguas venezolanas en busca de petróleo comenzó en 2015, justo cuando Obama nos declaraba “amenaza inusual y extraordinaria”, el equivalente a una declaración de guerra por parte de la actual mayor potencia militar del mundo. Se profundizó el intento de burla a los derechos venezolanos, al mismo ritmo que avanzaban las “sanciones” del Gobierno de Estados Unidos contra Venezuela. En enero de 2019, se anuncia oficialmente el embargo petrolero y se autoproclama, sobre los hombros del Gobierno estadounidense a Juan Guaidó. En 2017 se había iniciado el cerco diplomático y militar contra Venezuela, con la creación del llamado Grupo de Lima, en 2018 Guyana se inscribe en el grupo.

Los enemigos del país creyeron que era la oportunidad para oficializar y ampliar el despojo territorial de la Guayana Esequiba. Para ExxonMobil tenía una doble ventaja, aprovechaba la situación para hacerse con los yacimientos del Atlántico venezolano y contribuía a derribar el gobierno bolivariano, para apoderarse posteriormente de las reservas petroleras de la Faja del Orinoco. Exxon Mobil se había retirado de Venezuela cuando la nacionalización de la Faja y había intentado varias acciones judiciales contra Venezuela, ahora tenía la oportunidad de reposicionarse en las mayores reservas del planeta.

Pero la situación ya hoy no es la misma: el Gobierno Bolivariano ha desarrollado una estrategia sólida de diálogo y pacificación del país, se disolvió el pretendido gobierno títere, el pueblo venezolano ha resistido y el Estado venezoano está cada vez más consolidado. La situación económica aún es difícil y nos tomará tiempo recuperarnos de las múltiples agresiones, pero en eso estamos. Como dice el mensaje que recibo en mi teléfono: “Venezuela está de pie, a pesar del bloqueo y las sanciones, avanzando por los caminos de la unión, la paz y la prosperidad”.

El referéndum del 3 de diciembre es una formidable ocasión para mostrar esa fuerza y esa unión. El presidente Nicolás Maduro ha insistido en que sea una campaña educativa, pedagógica, de emoción y de conciencia. Y por todas partes se despliegan las explicaciones y se discuten los detalles históricos. Igualmente, se afinca la vocación venezolana para la resolución pacífica del conflicto.

Contrariamente a las provocaciones bélicas que se fraguan con los “ejercicios militares” en Guyana con el Comando Sur del ejército de los Estados Unidos, pese a las declaraciones del subsecretario de Estado Brian Nichols, a favor del despojo territorial contra nuestro país y en pro de los supuestos “derechos de Guyana”, el referéndum permitirá mostrar a una Venezuela unida en defensa de sus legítimos derechos y profundamente comprometida con la paz.

La convocatoria del 3 de diciembre es un mensaje a todo el mundo, por algo es que desesperadamente acuden los abogados de Guyana a la Corte Internacional de Justicia para intentar impedirlo. Nos toca a todas y todos trabajar intensamente para el mayor éxito del referéndum.

Humberto González Silva 


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