Al derecho y al revés | El porqué y el para qué del referendo

29/11/2023.- El caudillismo que, a guisa de modelo social, ha prevalecido en mi país nos acostumbró a valorar con mayores dígitos los porqués de las cosas, sobre algo más útil: para qué.

Y es lógico que así fuese, toda vez que para el mandamás es preferible que sus acólitos, a la pregunta, contesten que las órdenes se cumplen porque "el jefazo así lo manda", respuesta que sigue al cuestionamiento de: ¿por qué hay que hacer esto?

Mientras que los para qué implican explicar lo que muchas veces carece de explicación…

En el caso del referendo sobre el Esequibo desde luego que hay el porqué y también un para qué.

El porqué es evidente, ya que el gobierno asediado a punta de sanciones por el país más poderoso y rico requiere el apoyo de la ciudadanía. Creo que ese punto está bien aclarado.

Sin embargo, el para qué del referendo a veces luce confuso, porque la propaganda del mismo menciona y repite la palabra "recuperar" y hay gente en Venezuela capaz de pensar que esa recuperación es para mañana.

Esta confusión puede llevar a una depresión si, como es de suponer, vistas las fuerzas desplegadas, la recuperación territorial o el acuerdo pueden tardar.

Y eso de un país deprimido sería triste, ya que votar por el Sí tiene su colofón práctico… solo que no es para mañana…

Si, como parece, el referendo gana cómodamente, no solo saldrá ganador el gobierno que lo propuso, sino el venezolano de hoy y el de generaciones futuras.

A mi modo de ver las cosas, con este referendo se frena la ambición de los Estados Unidos por controlar las bocas del Orinoco, que fue el motivo principal para que la Gran Bretaña se metiera en las selvas guayanesas del Esequibo.

Esa treta estadounidense de construir una base para lanzar cohetes al espacio de manera más económica que lanzándolos desde el norte, para ellos tenía la virtud de que, al construirla sin reclamo nuestro, pronto los pescadores venezolanos y buques en general no podrían ingresar al Orinoco sin permiso yanqui.

Y ese es el primer para qué del referendo. Pero hay más: la consulta popular apoya las negociaciones pacíficas para repartir equitativamente entre Guyana y Venezuela, primero, las riquezas, y, luego, el territorio, tal como se ha hecho con Trinidad y Tobago, en otras condiciones.

Y, también, si en el futuro —cuando nuestro país pueda ser catalogado como una "potencia"—, este referendo sigue pesando cuando generaciones futuras decidan qué hacer con los territorios que perdieron sus antepasados.

Y eso sí que será práctico.

 

Domingo Alberto Rangel


Noticias Relacionadas