Cívicamente | ¡El Esequibo es nuestro!

30/11/2023.- Hay que ir a votar este 3 de diciembre con la claridad de que seguimos en la misma gesta libertaria. Este próximo domingo 3 de diciembre los venezolanos y las venezolanas tenemos el deber histórico de acudir a votar en el referendo consultivo por la defensa de la Guayana Esequiba, en un evento que reafirmará que ¡el Esequibo es nuestro!

Aunque es cierto que votar en Venezuela no es obligatorio, también es cierto que el sufragio es un ejercicio de soberanía, y la consulta motivada por la Asamblea Nacional y organizada por el Consejo Nacional Electoral constituye, más que una elección, un acto de soberanía.

En este momento, no se trata de elegir a un candidato de una u otra tendencia; se trata de defender, con la misma voz altanera de nuestros ancestros libertarios, el territorio que tanta sangre les costó independizar.

Hay que ir a votar con la claridad de que seguimos en la misma gesta libertaria, que nos toca a nosotros y a nosotras ahora continuarla porque luchamos contra el mismo empeño imperial de siempre de hacerse de nuestro patrimonio. Saber que no es la República Cooperativa de Guyana, quien solo está haciendo un triste papel, un mandado remunerado, sino que son los saqueadores de todos los tiempos, quienes, siendo fieles a sus doctrinas colonizadoras, hacen lo que les corresponde. Hagamos nosotros del mismo modo lo que nos corresponde según la doctrina bolivariana.

Desafortunadamente, hay compatriotas anclados en la rencilla política, en el odio, también inoculado por los mismos saqueadores, como parte de la estrategia para garantizar que los venezolanos, los menos en cantidad y solo por la cédula, estén cuestionando la efectividad del referendo consultivo, como si fuera posible creer que los esfuerzos por defender la patria y nuestro territorio son actos inútiles. Todo lo que se haga siempre será útil y necesario, más si está acompañado y refrendado por el pueblo.

No acudir el domingo 3 de diciembre a decir sí a las cinco preguntas que se proponen es como si Bolívar se hubiera negado a luchar y resignado al yugo imperial; como si los jóvenes que arengó José Félix Ribas en la batalla de la Victoria hubieran dicho que no; como si las mujeres que formaron parte de la batería de Juana Ramírez, la Avanzadora, le hubieran dicho no. ¿Cuál habría sido nuestra suerte, entonces?

Así como ellos y ellas, otros tantos que, en su momento histórico y motivados por el amor a la patria, también dijeron sí, no se negaron. Por eso estamos nosotros gozando de una patria libre que nos reclama y demanda que también, en este tiempo, nuestro tiempo, digamos que sí.

 

Carlos Manrrique 


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