01/12/23-. El Tratado de Tordesillas es un acuerdo internacional firmado a finales del siglo XV ante la Santa Sede por dos reinos católicos europeos, la Corona de Portugal y la Corona de España en Tordesillas. 

Dicho tratado reguló el reparto imperial de territorios de ultramar antes remotos que serían acercados con la expansión de la navegación de invasión, conquista e imposición sobre pueblos del mundo. Tordesillas otorgó a la Corona de Portugal la posesión de lo que hoy es Brasil y el continente africano; y la mayor parte del hoy continente americano, a la Corona española. El árbitro de entonces era el Papa por lo que se redactó en latín. 

Su importancia radica en que el Tratado remonta la tradición de propiedad más antigua del territorio de las Guayanas a la Corona española, a partir de finales del siglo XV, por cuanto este territorio se encuentra por encima del llamado meridiano de Tordesillas. 
Inglaterra entra a Suramérica en el siglo XIX cuando Holanda le cede 20.000 millas de territorio en Berbice, Demerara y Esequibo. Esto ocurre 320 años después del Tratado de Tordesillas. Los ingleses llegan al territorio de las Guayanas cuando ya Bolívar había proclamado la independencia de Venezuela que, conforme al principio del utis possidetis iuris, transfiere las posesiones de la Capitanía General a la república independiente de Venezuela.

El Tratado de Tordesillas amplía el alcance territorial sobre el que tendría dominio Portugal y amplía la bula papal de 1493 de 100 a 300 leguas al oeste de las islas Azores y Cabo Verde.

El tratado es una fuente histórica y jurídica originaria de la propiedad de España sobre la bocas del Orinoco y el territorio de las Guayanas en razón de la cual se funda la legítima propiedad de la Capitanía General y luego de la República de Venezuela sobre la franja del territorio Esequibo, que evidencia el fraude y la manipulación de los hechos históricos por parte del Imperio inglés ayer y del imperio corporativista occidental hoy.

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