02/12/2023.- En nuestra historia se han realizado siete referendos, contando esta consulta sobre nuestros derechos en la Guayana Esequiba. La votación de este domingo tiene la particularidad de que es un hecho inédito, porque nos convoca a defender nuestra soberanía de la voracidad extractivista de la ExxonMobil. 

Se trata, pues, de votar en defensa de lo nuestro, lo cual no tiene distingo partidista porque votaremos por nuestro país. No hacerlo es como despreciar a tu madre patria y permitir que hagan con ella lo que sea.

Sin duda, no será un referendo más en nuestro ejercicio de democracia protagónica y participativa. Marcará un precedente en el ámbito de las disputas territoriales, sobre todo en América Latina. Y la razón es clara: en la concepción de las élites políticas y económicas de Occidente, no es usual que se le dé la oportunidad a la población de opinar sobre la integridad territorial de un país. 

Fuera de la órbita occidentalista, sí lo hicieron las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporozhie para adherirse a Rusia. Pero los referendos en países latinoamericanos mayormente han sido organizados para otros temas, ajenos a una disputa de una zona territorial.  

Por tanto, el evento de este domingo seguramente servirá de base para que otros países planteen posibles consultas sobre su soberanía territorial. Así ocurrió cuando el comandante Chávez promovió la Asamblea Constituyente en 1999. Fuimos —somos y seremos— ejemplo e inspiración para otros pueblos en el ejercicio vigoroso de su democracia. 

Este referendo, además, será una oportunidad histórica para que el pueblo envíe un mensaje de paz y soberanía, en contraste con el clima de provocación militar que fomenta la ExxonMobil a través del actual Gobierno de Guyana, de cuyos funcionarios asombra dos cosas: su obstinada mentalidad de súbditos coloniales y la codicia heredada de sus colonizadores, que les permite justificar descaradamente el saqueo de riquezas naturales en la Guayana Esequiba y su Fachada Atlántica. 

La historia indica que es una conducta reincidente de Guyana: a Surinam, su país vecino, le despojaron la zona del Tigri, donde instalaron una base militar con apoyo de EE. UU., tal cual como lo quieren hacer en el Esequibo. Eso explica porque el Gobierno guyanés se comporta como el muchacho maleducado y bravucón de la comarca, solo porque es la nueva cabeza de playa en la región del Comando Sur estadounidense. 

Así las cosas, la votación de este domingo es de suma importancia para el país. Aunque los medios extranjeros repitan hasta el hartazgo que el resultado legalmente no es vinculante con lo que suceda con el Esequibo, cuando el pueblo hable a punta de votos será inevitable la fuerte repercusión internacional. Que la gente se exprese en las urnas electorales siempre será un ejercicio soberano de poder que impacta y neutraliza. 

Si así no fuera, Guyana no hubiese exigido puntualmente en la Corte Internacional de Justicia parar el referendo con una demanda fallidamente injerencista.

Por eso, este domingo hay que votar cinco veces sí. Cada voto tiene el poder de reafirmar la defensa de lo nuestro. Ejerzamos ese poder con conciencia patriótica.

Manuel Palma