Al derecho y al revés | Ganó Venezuela. Perdieron los cizañeros
06/12/2023.- Si creyese en hechizos y maldiciones, hace tiempo que habría desatado estas fuerzas sobre un grupillo de politiqueros, periodistas y otros personajes variopintos, quienes, desde el comienzo de este siglo, no han hecho otra cosa que cizañar para dividir la nación venezolana.
Debo aceptar que en esta corrupta función han tenido éxito, porque no hay pueblo en esta América más dividido que nosotros, muchas veces por campañas llenas de boberías, pagadas por aquellos que, desde el siglo XIX, vienen actuando para que estas naciones hispanohablantes no se unan entre ellas y tengan el germen de la división por dentro.
En el campo de la política, por supuesto que han logrado sus malignos fines estos cizañeros mercenarios, pero, en el campo deportivo —y hasta por el Miss Venezuela—, los venezolanos llegan a odiarse, impulsados por oscuros intereses.
La más reciente oportunidad de unir un pueblo, que fue el referendo del Esequibo, no solo se desaprovechó, sino que los factores que siembran el odio entre los venezolanos aprovecharon la consulta para seguir con su labor antipatria.
Y esta situación realmente da rabia.
Da rabia porque es conocido que los pueblos que han progresado, y desde la pobreza inicial han levantado imperios, nunca estuvieron desunidos. El único caso de la historia en que un pueblo desunido logró levantarse, que fue la guerra civil yanqui, la del norte unionista contra el sur confederado, terminó con los ganadores homogeneizando la sociedad tras años de invasión y represiones por parte del ejército del norte en contra de los perdedores dixies.
El referendo que, como digo, pudo ser factor de unión porque se debatió un tema nacional, terminó en una pelotera igual a las que se han visto en Venezuela después de cada elección.
Y los cizañeros, ahora escondidos tras los faldellines de Mari Cori, usan desde los medios las mismas tácticas y casi los mismos argumentos de hace veinte años para demostrar su mediocridad y falta de patriotismo.
Con lo cual ellos pierden, ergo pierde el país.
Comenzando por Mari Cori y sus seguidores, todos perdieron la gran oportunidad de unirse al triunfo del pueblo venezolano ante la intriga guyanesa y, en vez de rechazar los resultados, han podido declarar que de esos diez millones y más de votantes, ellos llevaron a los centros electorales la mayoría.
Pero eso sería pedirle peras al olmo porque a una señora que hace años saltó a la política nacional presentándose en la desprestigiada OEA como si fuese panameña no se le puede exigir coherencia y menos cariño a la patria.
El resultado triunfal del referendo prácticamente todo se lo podría atribuir el presidente Maduro, toda vez que desde la oposición denominan a quienes llamaron a votar —aun no formando parte del Polo Patriótico— "alacranes" y peores calificativos.
Resultado que, no obstante, fue a favor de Venezuela, tanto que, enseguida, Guyana respondió pidiéndole la mediación al Presidente cubano tras décadas negándose a siquiera tocar el tema.
Sin embargo, a pesar de esos resultados esperanzadores, enseguida salieron a descalificar con el subterfugio de que un elector votaba cinco veces porque las máquinas hacían cinco preguntas…
Esos pobres diablos no se dan cuenta —o no les importa— de que sus mentiras van a favor de Guyana y en contra de Venezuela, lo mismo que días antes los mismos politiqueros y palangristas minimizaban el referendo bajo la mentira según la cual "a nadie le importaría".
Sus jefes, desde Estados Unidos, desmentirían esa conseja cuando, prácticamente y sin pensarlo, empujaron al gobierno guyanés a ir a la CIJ, a pesar de que los acuerdos firmados por la Gran Bretaña en representación de Guyana y Venezuela solo mencionan la vía del diálogo para resolver el diferendo, que incluye territorio y mar.
Bien, eso pasó, pero a pesar de la abstención de casi la mitad del padrón electoral, Venezuela salió fortalecida con los resultados. Mari Cori sigue aislándose cada vez más, con lo que demuestra estar subida de lote porque no calza los puntos para pretender presidir este país, en el que habrá que trabajar —y muy duro— para unir a los venezolanos.
Todos ganamos, aunque a ciertos personajillos eso les dé piquiña…
Domingo Alberto Rangel