Retina | Policías, matracas y videos
Lo que más me agrada de esta actitud es el grado de empoderamiento de mi pueblo
Me agrada esa nueva costumbre de grabar en video a la policía. Me gusta a pesar de saber que se trata de un tema polémico, que suscita posiciones que difícilmente encontrarán un punto de encuentro.
Mi generación creció en una época cuando ser joven era considerado por la policía un asunto directamente peligroso y delictivo. Desde los diez años nos preparábamos para saber cómo colocar las manos en cualquier pared y separar los pies para que no nos patearan los tobillos. Con solo ver la camioneta de la policía o de la Guardia Nacional, adoptábamos esa posición que nos era exigida para registrarnos antes de pedirnos nuestra cédula de identidad. No crean tanto el cuento del paraíso perdido, en esa época había bastante policía abusivo y malandro que hacían que las calles fueran un infierno.
Ahora veo el video donde la señora acusa a la policía de querer matraquearla en el negocio que tiene en su vivienda. Reclama la presencia de un fiscal y que le muestren alguna orden escrita. Ordena a la gente que trabaja con ella que no abran la puerta. Tiene toda la razón en las cosas que reclama.
También veo un video de un joven venezolano que está en Estados Unidos y pide a otra gente de Venezuela que no grabe a la policía. Alega que ellos están cumpliendo con su deber y que no está bien que los estén grabando. Pide que no beban frente a los expendios de licor y que respeten la normativa legal de donde están viviendo. Es un consejo sabio, las posibilidades de que sobreviva ese celular son prácticamente nulas.
En contraste, veo a un policía del Zulia rogando a un tipo que se baje de la moto. El tipo dice que no bajará de allí. El agente insiste y razona que no lo puede dejar ir porque iba con la moto en el sentido contrario de la calle y no tenía licencia de conducir.
Reitero que me agrada esta costumbre. Espero que produzca un cambio que la vuelva innecesaria y aspiro a que sea un arma definitiva contra el abuso y la matraca.
Lo que más me agrada de esta actitud es que muestra el grado de empoderamiento de mi pueblo. Puede que algunos no lo perciban así, pero si se fijan bien, son muy pocos los países en el mundo en donde puedes salir sin lesiones de grabar la actuación de la policía en tu contra. Solo se me ocurren Cuba y Venezuela. No hablo de grabar desde lejos a los policías, hablo de decirle en su cara que los estás grabando.
Si en mi adolescencia hubieran existido celulares, la policía venezolana hubiese obtenido todos los récords de ruptura y confiscación de celulares del mundo. Saludo este momento y espero que ganemos la lucha moral que implica esta práctica.
Freddy Fernández | @filoyborde