Punto de quiebre | Envenenaba a las mascotas con vidrio molido

20/01/2024.- El hombre fue detenido y puesto a la orden de la Fiscalía, que lo investiga por la muerte de al menos doce mascotas.

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Aquel hombre nunca dijo por qué cometía aquella atrocidad. Y eso que hasta golpes le dieron, pero él nada que habló. Igual fue privado de libertad, porque pruebas en su contra había.

Comenzaron a sospechar de él, porque una vez lo vieron lanzándoles piedras a unos gaticos que habían quedado huérfanos. Los amos de su madre no podían tenerlos y lo que hicieron fue meterlos en una caja y dejarlos en una esquina del barrio. La gente se encariñó con ellos y comenzó a llevarles agua y comida, hasta que se convirtieron en los consentidos de la calle. Pero aquel hombre había sido encontrado una vez arrojándoles piedras y esto molestó mucho a algunos vecinos, que hasta unos golpes le ofrecieron. Sin embargo, la cosa no pasó de allí.

Las sospechas contra aquel sujeto recrudecieron porque comenzaron a aparecer perros y gatos muertos en la parroquia Tamaca del municipio Iribarren, en el estado Lara. A pesar de ello, varios vecinos salieron en su defensa, pues lo habían visto dándoles de comer a varios perros y gatos cercanos a su residencia. Lo raro es que ninguna de las mascotas fallecidas mostraba signos de violencia. Hubo quienes hablaban de una peste y las clínicas veterinarias hicieron su agosto, pero sobre todo a nivel preventivo, pues a nadie se le ocurrió nunca hacerles la autopsia a los pobres animalitos para determinar la causa de la muerte. A otros que también les fue bien fue a los vendedores de alimentos para perros, pues se regó la especie de que las marcas tales o cuales estaban viniendo envenenadas, que si tenían Amarillo N.° 5, que si les estaban colocando muchos componentes químicos, como exceso de colorantes. En ese ínterin salió una nueva marca al mercado, que vendía la misma perrarina y la misma gatarina de siempre, pero que fue ofrecida un poquito más cara a la venta al promocionarse como un alimento natural, hecho en casa y que tenía más nutrientes y vitaminas que las marcas conocidas.

Sin embargo, todo quedó claro cuando aquel hombre fue a visitar a unos amigos en el caserío Los Rastrojitos, sector José Gregorio Hernández. Entonces, como no había nadie, suministró un poco de comida a un canino de la vivienda, un Mucuchíes juguetón, pero de carácter recio a la vez, y al poco rato la mascota comenzó a convulsionar. Al cabo de varias horas, cuando llegaron los dueños, lo hallaron muerto en medio del patio.

Alguien comunicó a la policía y a los dueños del perro que había visto a aquel hombre —a quien apodaban Goyo y tenía 68 años de edad— cuando le daba comida al animal, por lo que sus amos decidieron llevar el cadáver a una sede de Misión Nevado para que le practicaran exámenes forenses. Estos determinaron que le habían suministrado vidrio molido y veneno para ratas, lo cual le causó un severo daño en el organismo, afectándolo mortalmente, al destruirle el aparato digestivo y los intestinos.

De inmediato se notificó a la policía y fueron a buscar al principal sospechoso para interrogarlo. Le consiguieron un video donde había grabado la muerte del Mucuchíes, mientras agonizaba. Además, hallaron en su casa un sobre con restos del veneno que utilizaba. Fue puesto a la orden de la Fiscalía 23º del Ministerio Público, dependencia que lo investiga por la muerte de otras doce mascotas en Iribarren.

 

Wilmer Poleo Zerpa


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