22/01/24.- Para ayudar a prevenir la preeclampsia y el parto prematuro, la administración de suplementos de calcio en dosis bajas (equivalente a una pastilla de 500 miligramos por día) puede ser tan eficaz como la indicada actualmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que recomienda la suplementación con dosis altas de calcio (equivalente a tres pastillas de 500 miligramos tomadas cada día), según un nuevo estudio dirigido por la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard (Estados Unidos), que se basó en dos ensayos con 11.000 embarazadas, en su mayoría jóvenes, en la India y Tanzania. Las conclusiones se recogen en "The New England Journal of Medicine" en su página web, reseña la agencia internacional de noticias EFE.

Se trata del primer estudio en evaluar la eficacia de un régimen de dosis baja versus un régimen de dosis alta. Los hallazgos brindan una oportunidad para revisar la recomendación actual de la OMS de que las mujeres que viven en países de ingresos bajos y medios (con dietas bajas en calcio), reciban suplementos del mineral en dosis altas durante el embarazo.

Tal y como expone el trabajo, la recomendación actual para las mujeres embarazadas de tomar tres pastillas de calcio por día presenta preocupaciones de viabilidad para las mujeres y de costos para los gobiernos y los programas de salud pública. Es por ello que la mayoría de los países de ingresos medios y bajos no han implementado suplementos de calcio durante el embarazo, lo que deja a las mujeres y a los bebés innecesariamente vulnerables.

Así, los investigadores concluyen que al poder plantear una cantidad reducida de pastillas para las mujeres y, por lo tanto, costos más bajos para los gobiernos de los países de bajos ingresos, la suplementación con calcio debería considerarse ampliamente implementable en los lugares donde más se necesita, y debería comenzar a salvar miles de vidas maternas y neonatales.

Sin embargo, el estudio tiene algunas limitaciones, entre ellas que no incluyó, por las directrices éticas, un grupo placebo, lo que impidió realizar más comparaciones entre la administración en dosis altas y bajas y la ausencia de suplementos.

Además, dado que la mayoría de las participantes eran mujeres jóvenes con bajo riesgo de hipertensión crónica, “no está claro hasta qué punto los resultados son generalizables a otras poblaciones de embarazadas”, indica EFE.

Preeclampsia

Complicación del embarazo en la que la presión arterial alta de la madre reduce el suministro de sangre al feto, haciendo que este reciba menos oxígeno y nutrientes. Sus causas se desconocen. Los investigadores están tratando de comprender la causa de esta afección para prevenirla y tratarla más eficazmente.

Las mujeres con preeclampsia tienen más riesgo de daño o insuficiencia de órganos, parto prematuro, pérdida del embarazo y accidente cerebrovascular; se puede convertir en eclampsia, que se caracteriza por convulsiones y coma.

Los riesgos para el feto incluyen falta de oxígeno y nutrientes, parto prematuro y parto de feto muerto. Los bebés que nacen prematuros por preeclampsia tienen más riesgo de tener problemas de salud a largo plazo, sobre todo los relacionados con su prematuridad, como discapacidades del aprendizaje, parálisis cerebral, epilepsia, sordera y ceguera.

Los síntomas de la preeclampsia incluyen presión arterial alta, niveles elevados de proteínas en la orina y problemas sistémicos como dolor de cabeza, visión borrosa y dolor en la parte superior derecha del abdomen. Las mujeres también pueden tener hinchazón en la cara y las manos.

Parto prematuro

El trabajo de parto que empieza antes de las 37 semanas es llamado "pretérmino" o "prematuro", considerado como una de las mayores causas de discapacidad o muerte en los bebés. No obstante, la buena atención prenatal mejora las oportunidades de que un bebé prematuro se recupere bien.

Los investigadores no saben realmente qué causa un parto prematuro en la mayoría de las mujeres. Sin embargo, se sabe que ciertas afecciones pueden incrementar el riesgo de un parto prematuro, entre las que se encuentra la hipertensión arterial de la madre.

Calcio durante el embarazo

A lo largo del embarazo la mujer sufre notables cambios en la metabolización del calcio; el más importante es el aumento de su absorción intestinal para facilitar el aporte de calcio de la madre al feto, quien necesita una importante cantidad de este nutriente para la formación de sus huesos y para el correcto funcionamiento de su corazón, nervios y músculos. Además, el calcio consumido en el embarazo también será clave para que el bebé desarrolle un ritmo cardiaco y una capacidad de coagulación normales.

Así pues, durante la gestación la madre debe consumir suficiente calcio para garantizar, por una parte, las demandas del bebé y, por otra mantener sus niveles plasmáticos y óseos. Si no es así, el bebé puede adquirir el calcio que necesita de la madre y provocar una descalcificación de los huesos que derive en una osteoporosis.

Consumir suficiente calcio en el embarazo también previene el riesgo de sufrir preeclampsia, una condición médica grave que causa un aumento repentino de la presión arterial en la embarazada, una patología de riesgo tanto para la madre como para el feto y que es causa común de parto prematuro.

LUCILA CONTRERAS / CIUDAD CCS