Punto de quiebre | Banda de El Burro azota a anzoatiguenses
23/01/2024.- En una de sus últimas andanzas, ultrajaron e intentaron asesinar a una mujer y la arrojaron a un río.
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Nadie sabe, o el que lo sabe no lo explica —o no lo aclara—, por qué estas dos personas que habían hecho tanto daño continuaban campantes en la calle, como si nada. Llevaban meses destruyendo hogares, truncando futuros, enlutando familias y vulnerando dignidades, y lo hacían con desparpajo. Su sola presencia despertaba temores. Los pobladores intentaban evitarlos y, si tenían chance, se metían con disimulo para sus casas o negocios, sin siquiera levantar la cabeza cuando los veían llegar. Dicen que hubo hasta policías que se hacían los locos y volteaban para otro lado cuando los notaban. Detrás de sus andanzas impunes, es posible que haya habido algún funcionario, un fiscal y hasta un juez que recibió dinero en un momento dado, porque, en esa administración choreta de la justicia, evidentemente, nada es gratis.
Pero siempre hay un "ya basta". Y el "ya basta" de dos de los integrantes de la banda llegó a comienzos de este mes de enero, en un sector de la calle La Isla, cruce con calle El Guayabo, población de Bergantín, municipio Simón Bolívar, Barcelona, estado Anzoátegui.
Fueron identificados como Luis Alejandro Peraza Moreno, apodado "El Gordo", de 26 años de edad, y Ricardo Ismael González Velásquez, apodado "El Ricky", de 28 años. Ambos eran buscados por varios delitos, aunque, a decir verdad —como ya insinuamos—, casi no los buscaban. Lo que pasa es que en este caso fue muy evidente el no haber hecho nada, porque la información anónima llegó al despacho policial de forma tajante: "En la calle La Isla, de Bergantín, están El Gordo, El Burro y El Ricky, tres de los que ustedes estaban buscando por la violación de la chica en Mayorquín II, a la que luego intentaron asesinar".
No está del todo claro si fue un problema personal, alguna venganza o simplemente porque le dio la gana, pero el criminal conocido como El Burro ordenó matar a aquella pobre mujer. La banda hamponil de El Burro opera en la Troncal 9, en la carretera vieja de Puerto La Cruz a Cumaná y se dedica desde hace meses a secuestros, robos, extorsiones y venta de drogas.
Lo cierto es que, el pasado 4 de agosto, miembros de la banda agarraron a la infortunada y la condujeron hasta un terreno enmontado del sector Mayorquín II, zona rural del municipio Simón Bolívar, el más poblado del estado Anzoátegui.
Luego de golpearla y abusar sexualmente de ella, le dispararon en el rostro y la arrojaron al río. Todos sus actos fueron grabados, quizás para llevarle la prueba de "la orden cumplida" a su jefe. Los criminales se marcharon del lugar.
Pero la infortunada logró sobrevivir y, como pudo, salió del río, caminó un trecho y solicitó ayuda a unos pobladores. Fue llevada al hospital, donde la atendieron y estabilizaron. El caso conmocionó a la población y se hizo viral en las redes sociales.
Ya la policía sabía que el responsable del hecho atroz había sido el criminal conocido como El Burro, e incluso, desde hace varias semanas, tenían identificados a varios integrantes del grupo, por lo que fue sencillo identificar a los que habían participado en el ultraje e intento de asesinato de la muchacha.
Cuando en la policía se recibió la información de que tres de los criminales, incluido El Burro, estaban en la población de Bergantín, se organizó una brigada para ir en su búsqueda.
Los funcionarios llegaron al sitio y, en efecto, detectaron a los tres antisociales. Estos también los vieron a ellos, por lo que comenzó el tiroteo, que se prolongó por varios minutos. Llegada la calma, los uniformados salieron de los lugares donde se habían parapeteado y, pistola en mano, se acercaron cautelosos. Ahí vieron los cuerpos malheridos de El Gordo y El Ricky, pero de El Burro no había señales. Desapareció. Los agentes los llevaron a un hospital, pero ya no había nada que hacer. Ambos fallecieron.
En el procedimiento fueron colectadas dos pistolas calibre nueve milímetros, una de ellas solicitada por hurto y un teléfono móvil Tecno BE7, donde hallaron la grabación que habían realizado cuando agredían y ultrajaban a la muchacha.
La policía informó lo que muchos ya sabían, que El Gordo estaba siendo buscado por lesiones personales, femicidio agravado en grado de frustración y violencia sexual, mientras que alias El Ricky estaba siendo investigado en nueve expedientes por robo genérico, homicidio intencional, hurto de moto y robo de camión, femicidio agravado en grado de frustración y violencia sexual.
Wilmer Poleo Zerpa