Micromentarios | Un futbolista de 150 kilos
30/01/2024.- En la mayoría de los deportes, la delgadez es necesaria para un mejor desempeño.
Las excepciones a esta regla se producen en disciplinas como la halterofilia —el levantamiento de pesas— o el sumo, el tipo de lucha originario de Japón.
En el fútbol, es indispensable ser delgado. Incluso si se es arquero. Sin embargo, en los juegos callejeros al gordito lo ubican en tal posición, debido a dos vanas creencias: una, porque al estar pasado de peso no es mucho lo que pueda correr, y dos, porque su anchura cubre mayor espacio en la portería.
Se cree que fue ese el criterio usado para admitir a William Henry "Fatty" Foulke, el futbolista más gordo de la historia, en los equipos donde jugó.
Foulke era obeso, muy obeso, es cierto, pero también alto. Medía 2,01 metros.
Jugó once temporadas en la Primera División de la Football League—la actual Premier League—, con el Sheffield United —desde la temporada 1894/95 hasta la 1904/05— y los tres últimos años de su carrera en segunda, uno con el Chelsea y dos con el Bradford City.
Con el Sheffield United fue campeón de liga en la temporada 1897/98 y de la F. A. Cup de 1902.
Foulke se retiró en 1907, luego de esos trece años como profesional. No debió ser un mal jugador, ya que tuvo nada menos que 91 participaciones internacionales con la selección de Inglaterra. Además, en su récord personal figura que hizo 299 goles, algunos de arco a arco.
Pese a ser guardameta, cuando su equipo lo necesitaba, se lanzaba al campo y participaba del juego como un líbero o un atacante cualquiera.
Por su peso le dieron el apodo de "Fatty". A quienes le preguntaban cómo se sentía con ese sobrenombre les respondía: "No me importa cómo me llamen, salvo si me llaman tarde para el almuerzo".
Se le recuerda principalmente por tres anécdotas, todas relacionadas con su corpachón.
En el primer partido de la final de la F. A. Cup de 1902, el equipo contrario hizo un gol en posición prohibida (fuera de juego), que el árbitro validó. Foulke había salido del partido y se estaba cambiando de ropa en ese momento, pero su indignación le hizo salir desnudo al campo e increpar al árbitro. Este, al parecer, intimidado, no se sabe si por Foulke o por su desnudez, anuló el gol.
En un partido de 1907, se le rompió la camiseta y, como no se encontró otra que le quedara, debió cubrirse el resto del partido con una sábana que le llevaron de una casa vecina al estadio.
Ese mismo año sucedió el inolvidable episodio por el que más se le recuerda: tras colgarse del travesaño de su portería, esta cedió y se vino abajo.
Ya para entonces pesaba 150 kilos, el mayor peso de jugador alguno en la historia del fútbol.
Al término de esa temporada, Fatty Foulke se retiró y pasó sus últimos años trabajando en el balneario inglés de Blackpool Sands, como una de las atracciones de feria que allí había. Dicha atracción se llamaba Vence al Portero y quienes participaban debían lanzar varios balones hasta un arco custodiado por Foulke.
Cuando murió de cirrosis, en 1916, pesaba 152 kilogramos.
Armando José Sequera