31/01/2024.- De tanto recitar el Manifiesto de Cartagena se nos olvidó poner en práctica esas recomendaciones tan útiles del Libertador, sobre todo cuando Bolívar recordaba, en ese gran análisis, que "a cada conspiración sucedía un perdón y a cada perdón sucedía otra conspiración".

A quienes tuvieron la obligación de procesar judicialmente a María Corina Machado y sus adláteres, desde las primeras guarimbas violentas, pero la dejaron hacer hasta hace poco, la nación debería ponerlos a hacer planas… muchas… que digan: "No debo ser tan idiota. No debo ser tan idiota...".

Esta "clemencia criminal", para recurrir de nuevo a las palabras del Libertador, le ha costado muy caro a la nación venezolana, en vidas y en pobreza general.

En Venezuela, a consecuencia de las guarimbas, se perdieron maquinarias, puestos de trabajo y vidas —inútil y salvajemente— consumidas por la violencia irresponsable de Leopoldo López, María Corina Machado, Antonio Ledezma y, en plan de picapasito, Henrique Capriles.

Fueron ellos quienes maquinaron en el extranjero para financiar a jóvenes de barrio, a quienes les mataron a diario el hambre a cambio de que expusieran sus vidas frente a otros jóvenes que cumplían su deber al liberar las vías cerradas por una violencia suicida. Frente al ejército pretendieron combatir con escudos de papel, máscaras estilo Yare y mucha anfetamina...

Por último, tras sanciones que ese grupillo pidió irresponsablemente, tras muertos que incluyeron dos venezolanos quemados vivos "por parecer chavistas", y tras pedir invasiones de ejércitos extranjeros, al final quedó claro que MCM está inhabilitada… y por muchas razones.

Ojo: que a sabiendas del funcionamiento de la "clemencia criminal", ya desde los medios comienzan a decir que Mari Cori se va a inscribir porque no está inhabilitada, ya que no ha sido juzgada y que los fulanos acuerdos de Barbados la protegen, como si en esa isla se pudieran acordar violaciones a nuestra Constitución.

Bien, es evidente que estos mercenarios de la pluma y la jeta carecen de razón, pero uno se pregunta: ¿fueron juzgados MCM y su combo desde la primera guarimba sangrienta que ella convocó? ¿Acaso era tan difícil complacer con este pequeño detalle a la Constitución para que gente como Blyde —que encabeza el coro de hipócritas cuyos integrantes lloran lágrimas de cocodrilo por la inhabilitada, pero que no se dignaron a darle apoyo este 23 de enero cuando esta convocó, a pocas cuadras de su comando de campaña en Altamira, a una marcha, que después fue concentración, y terminó vergonzosamente con más periodistas que militantes— deje de rezongar las boberías que replican los medios?

Este artículo pensé intitularlo "Nunca más", pero, al releer el Manifiesto de Cartagena, decidí cambiarlo, porque ese "Nunca más" no es para aplicarlo a cualquier irresponsable, ambicioso y racista que en el futuro se atreva a convocar a la violencia y después de muertos y daños "esconda la mano", como reza el refrán.

Ese "Nunca más" lo dirijo también a quienes, desde el Poder Judicial, el MP, las policías e incluso el Legislativo, tardaron tanto en darse cuenta de que el adversario está en el norte, donde no le van a dar respiro a nuestro país, y que es criminal dejar pasar a gente como MCM creyendo que —con ese perdón— la ambiciosa niña se quedará quieta y los gringos nos dejarán en paz.

¡Soñar será gratis, pero es muy costoso en vidas y pobreza!

Domingo Alberto Rangel