01/10/22.- A pocas horas de la elección presidencial en Brasil, este domingo 2 de octubre, todos los sondeos muestran que la preferencia del electorado por Luiz Inácio Lula da Silva aumenta, y el candidato se mantiene como favorito frente al actual mandatario, Jair Bolsonaro.

La más reciente encuesta, publicada el jueves por el Instituto Datafolha, le otorga a  Lula una ventaja de 14 puntos respecto a Bolsonaro. De esta manera, Lula llega al 50 % de los votos válidos, lo que hace posible su triunfo en primera vuelta; contra 36 % del presidente Bolsonaro,

Le siguen Ciro Gomes (Partido Democrático Laborista) con 6 % de los votos válidos y la senadora Simone Tebet (Movimiento Democrático Brasileño) con 5 %.

Asimismo, la encuesta indica que 52 % de los electores afirma que no votaría por Bolsonaro bajo ningún aspecto; el 39 % dijo lo mismo de Lula, y el 24 % de Gomes.

Lula busca acabar con el hambre

Un país en paz, más justo y solidario; es el objetivo transversal de la campaña de Lula. En medio de ese gran objetivo, pretende acabar con el hambre que afecta a 33 millones de brasileños, casi el 16 % de la población del país, según datos de organizaciones sociales.
Para ello propone una nueva legislación laboral con el fin de ampliar la protección social; mejorar el salario mínimo e implementar una reforma tributaria para que los pobres paguen menos y los ricos paguen más.

En materia ambiental Lula está comprometido en la lucha contra la minería ilegal, los incendios y la deforestación en la selva amazónica, y en este sentido busca reimpulsar las funciones de los entes de preservación y control que han estado a la deriva durante la gestión de Bolsonaro.

En el ámbito económico internacional propone el SUR, una moneda única para Latinoamérica, la cual tendría utilidad para “los flujos comerciales y financieros” entre los países de América Latina.

En esta oportunidad, el camino de Lula para alcanzar su meta, de gobernar por tercera vez Brasil, pareciera lucir sin obstáculos.

En 2018, en el anterior proceso electoral por la presidencia, Lula lideraba los sondeos y estaba a punto de ganar, cuando lo sentenciaron por un proceso judicial que resultó fraudulento, lo que le dio ventaja a Bolsonaro para llegar a la presidencia.
Posteriormente, la justicia reconoció la parcialidad del juez del caso.

Covid-19, privatizaciones y pobreza contra Bolsonaro

Por su parte, el Gobierno de Bolsonaro ha sido cuestionado por subestimar los efectos de la pandemia del coronavirus en la población brasileña. Desde un principio Bolsonaro minimizó la gravedad del virus, al que definió como un pequeño resfrío.

De acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins, Brasil acumula más de 34,6 millones de casos y unos 685.000 muertos, lo que lo convierte en uno de los países con más contagios y fatalidades en el mundo.

El pasado primero de septiembre, el Tribunal Permanente de los Pueblos de Brasil, con sede en Sao Paulo, sentenció a Bolsonaro por crímenes de lesa humanidad en la gestión para enfrentar la pandemia del covid-19, en particular contra los profesionales de la salud, poblaciones indígenas y afrodescendientes.

Bolsonaro eliminó muchos programas sociales, entre ellos la Bolsa Familiar, creado por Lula, que hizo posible que cerca de 15 millones de brasileños recibieran ayuda del Estado, lo cual redujo un 10 % la desigualdad en Brasil.

El programa había sido reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y en 2014 el país fue retirado del Mapa del Hambre.

Durante la presidencia de Bolsonaro se profundizó la emergencia alimentaria y aumentó la pobreza.

En su gestión, la destrucción de la selva tropical más grande del mundo se profundizó, alcanzando una deforestación histórica de la selva amazónica brasileña en los primeros tres meses del 2022, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE).

El mes de junio, Bolsonaro privatizó Eletrobras, la mayor empresa de electricidad de América Latina. Expertos indican que el precio de las tarifas aumentará al menos 8 por ciento a partir del próximo año con la gestión privada de la empresa.

En tres años y medio Bolsonaro privatizó 84 empresas del Estado, entre ellas puertos, aeropuertos, carreteras y ferrocarriles. Además, ha cuestionado sin fundamento la transparencia de las máquinas de votación electrónica utilizadas en el país.

También se ha pronunciado contra las mujeres y las minorías. Dijo a la congresista Maria do Rosário, del Partido de los Trabajadores, que "no merecía" ser violada, en el año 2003, y lo reiteró en 2014. Por orden judicial, en el año 2019, el mandatario debió disculparse públicamente.

En caso de ir a una segunda vuelta, el 30 de octubre, Lula obtendría el 54 % de los votos y Bolsonaro el 39 %, según señala el sondeo del Instituto Datafolha.

En Brasil, para que un candidato logre la presidencia en la primera vuelta, es necesario que obtenga la mitad más uno de los votos válidos. Los votos blancos o nulos no cuentan en los sufragios totales.

NARKYS BLANCO / CIUDAD CCS