19/02/24.- La Base Naval de Guantánamo cumplirá este 23 de febrero 121 años de posesión de un territorio correspondiente a la isla de Cuba, luego de una rúbrica de un tratado bilateral de arriendo, cuya disputa sigue vigente, al igual que las violaciones de Derechos Humanos a las que se someten diariamente a los reclusos, quienes fueron detenidos por razones políticas.

Sin embargo, las intenciones de tomar posesión de la zona, se remontan a siglos pasados, en plenas luchas independentistas contra los fundadores de la nación norteamericana, con intenciones de expandir su hegemonía a otros países.

Según las impresiones del director del Centro Fidel Castro Ruz René González Barrios, para el portal web de Prensa Latina, los Estados Unidos mantenían una ambición por controlar dicha bahía cubana, debido a su ubicación geopolítica y estratégica, lo que les permitiría tener ventaja de dominio en el flujo marítimo del sur del Caribe.

"Ello, evidencia cómo tras la intervención norteamericana en la guerra entre las tropas cubanas y españolas, en 1898, el primer puerto ocupado por la marina estadounidense fue el de Guantánamo y, desde allí, organizaron la invasión a Puerto Rico y el ataque a Santiago de Cuba", destacó.

Indicó que posteriormente se introdujo la Enmienda Platt en la Constitución de 1901, que establecía que si el Gobierno de la isla no aceptaba la ley, su territorio permanecería ocupado militarmente.

“Nos limitaron la soberanía, surgió una República y un estado proyector que asumió la intrusión en la isla como un derecho”, apuntó.

Subrayó que luego de iniciar sus operaciones en diciembre de 1903 el sitio era usado como lugar de entrenamientos de las fuerzas castrenses estadounidenses, además de preparar la flota.

"Representó la punta de lanza para las invasiones al resto de los países del área, desde allí salió parte importante de los buques estadounidenses que incursionaron en México, en 1914; Haití, República Dominicana, Nicaragua y Guatemala”, añadió.

A su juicio, la instalación militar extranjera representó un ensayo para la promoción de agresiones orientadas desde la Casa Blanca en contra del continente latinoamericano, añadido un cúmulo de consecuencias negativas que propiciaron una deformación social con severas secuelas en el presente.

“Los marines y las tropas acantonadas en la base requerían, por sus propias leyes inescrupulosas, el establecimiento de lugares de recreación que, en esta región oriental, fueron los burdeles. Guantánamo, Caimanera y Boquerón constituyeron zonas de tolerancia”, expresó el experto.

El 1 de enero de 1959 significó para Cuba un cambio de grandes proporciones que se extenderían hasta comienzos del siglo XXI, con la llegada de Fidel Castro y sus compañeros de armas, tras el derrocamiento de Fulgencio Batista.

Desde ese momento, inició una campaña de hostilidad y provocaciones hacia los milicianos y luego contra la Brigada de la Frontera, constituida en 1961.

“Comenzaron con disparos desde el territorio ilegalmente ocupado hacia las costas cubanas, asesinaron a los soldados de la isla y lanzaron campañas de desinformación para culpabilizar a los militares de la nación caribeña”, aseguró.

Acotó que en la actualidad las relaciones con autoridades que comandan la base, se manejan bajo un orden diplomático y de respeto.

“Pero, mientras exista el imperialismo y la ocupación de ese territorio, está latente la posibilidad de justificar un ataque o intervención militar norteamericana en Cuba”, recalcó.

Pese a los cambios en la política exterior, continúan las torturas en las inmediaciones de la base naval, que ha sido denunciado en innumerables oportunidades por defensores de Derechos Humanos a escala internacional, quienes exigen el cierre definitivo de sus operaciones.

CIUDAD CCS