24/02/2024.-

I

Para condenar de genocida al Estado de Israel, pruebas no faltan. ¿No bastan los miles de muertos entre la población civil palestina causados por los bombardeos de las Fuerzas Armadas de Israel en la Franja de Gaza y Cisjordania? La matanza ya sobrepasa la cifra de 70 mil muertos y los 70 mil heridos.

El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha fallado en aplicar la política de la coexistencia pacífica de los Estados, independientemente de sus gobiernos. Israel es apoyado por Estados Unidos (EE. UU.), que tiene abierta preferencia por ese país con estatus de socio especial en el Medio Oriente. Pareciera que, por eso, Israel gozara del derecho de veto contra todas las resoluciones de la ONU que se aprueban a favor de Palestina y, en general, a favor de los árabes.

En la actualidad, Israel, con pasión desenfrenada, comete genocidio contra el pueblo palestino. Ese oprobio está más que probado en el Consejo de Seguridad de la ONU, que, dotado de responsabilidad institucional, aún no asegura una acción rápida y eficaz para mantener la paz y la seguridad internacionales.

Con una gran tergiversación de la realidad que sobrepasa los 76 años, Israel sigue minando el pretexto del holocausto judío (Shoá), perpetrado a su pueblo por el Estado nazi de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy el holocausto es una realidad a la inversa: ahora es el Estado sionista de Israel el que lo comete contra la población civil palestina en la Franja de Gaza y Cisjordania.

Hechos genocidas

Infracciones graves de los Convenios de Ginebra, de fecha 12 de agosto de 1949, que coinciden con el carácter genocida del Estado de Israel contra el pueblo palestino:

1. Matar intencionalmente.
2. Tratos inhumanos.
3. Infligir de forma deliberada grandes sufrimientos o atentar gravemente contra la integridad física o la salud de civiles.
4. Destrucción de bienes públicos o privados, apropiarse de ellos por necesidades militares, de manera ilícita o arbitraria.
5. Privar de la vida de forma intencional a prisioneros.
6. Tomar rehenes.
7. Deportar, trasladar y confinar.
8. Atacar a la población civil que no participa en las hostilidades.
9. Atacar objetivos civiles que no son objetivos militares.
10. Atacar personal de instalaciones de la ONU.
11. Lanzar ataques intencionales a sabiendas de que causarán pérdidas de vidas o daños extensos, duraderos y graves al medio natural.
12. Causar la muerte a un enemigo que se ha rendido.
13. Ataques a hospitales, edificios residenciales, escuelas y universidades.
14. Declarar que no se dará cuartel.
15. Aplicar el apartheid.
16. Cometer ejecuciones extrajudiciales.
17. Provocar intencionalmente la inanición de la población civil palestina al impedir la entrada de convoyes terrestres o marítimos con asistencia humanitaria.
18. Usar armas, proyectiles, materiales y métodos de guerra que, por su naturaleza, causan daños innecesarios o surten efectos indiscriminados en violación del derecho humanitario internacional; etc.

II

A la vista de los derechos humanos agredidos y comprimidos en la Segunda Guerra Mundial por la Alemania hitleriana, se juzgaron los crímenes de guerra. En el presente caso de genocidio contra el pueblo palestino, los crímenes de guerra deben sancionarse por la Corte Penal Internacional (CPI). Los acusados de las matanzas de la población palestina en Gaza y Cisjordania están identificados por la comunidad internacional, a la que han burlado y siguen burlando.

Sudáfrica demandó a Israel ante la CPI por actos de genocidio —más que probados— contra la población civil palestina. La humanidad espera que la CPI condene el obrar sádico de Israel e imponga las penas necesarias para acabar con la impunidad de la que ha gozado por más de 76 años.

J. J. Álvarez