Retina | Piedra, papel y tijera
Pensar está más en el papel que en la piedra.
El periódico impreso no está hecho solo de nostalgia. No se ha inventado todavía el aparato que pueda sustituir al diario plasmado en papel. Su ausencia es una debilidad, un abandono, una renuncia a las posibilidades de diálogo, madurez y convivencia.
Un periódico impreso es la puesta en tinta y papel de una forma de entender el mundo, capaz de evaluar realidades de distinto tipo u origen, unidas por el hilo de la línea editorial que se ha propuesto promover y defender unos valores.
Un diario habla con calma pero con peso. Habla siempre. Desde el quiosco sorprende con sus grandes titulares. En la mesa del comedor, en la barbería o en la recepción del hotel, es una invitación amable y discreta a curiosear sobre lo que ocurre cerca y lo que ocurre lejos. También invita en la casa, pero además convoca a la conversa, a discernir sobre la realidad que presenta. Eso hace el papel.
Vivimos hoy en circunstancias donde la información ha dejado de ser procesada. Es como si nos informáramos a pedradas. Somos permanentemente expuestos a ráfagas de guarataras dirigidas con precisión a nuestras emociones. No se proponen ningún nivel comprensión. Aspiran a que actuemos de inmediato, movidos por la indignación o la solidaridad. Nos crean la urgencia de dirigir contra alguna gente la pedrada que acabamos de recibir. Si tenemos el tiempo de pensar y asimilar, es probable que desaparezca el grado de violencia con que hemos sido inoculados. Pensar está más en el papel que en la piedra.
La piedra es más eficiente en la medida en que no hay resistencia del agua o del aire. Es decir, tiene más efectividad si carece de contexto, si es un recorte de la mentira o de la verdad que priva al resto de la información de su capacidad de indicarnos cuál es su valor real. La piedra tiene la ayuda de la tijera.
Un accidente vial cuando está solo tiene más vitalidad que cuando aparece junto a la entrega de nuevas viviendas, la recuperación de un hospital, el incremento de los precios, el descubrimiento de una medicina prometedora y una victoria deportiva. El papel brinda, en el espacio que ocupa el periódico, la posibilidad de ver una realidad más rica, más llena de matices.
Conozco el proyecto de Ciudad Caracas desde antes de que naciera. Lo vi surgir con mucho éxito y me alegra haber permanecido siempre cerca. Su razón de ser es muy potente. Es el diario de una ciudad llena de periódicos dirigidos a todo el país que dejaban a la ciudad de su asiento sin tener una voz propia.
Elogio toda la actividad de Ciudad Caracas, Épale, Voces y los demás esfuerzos editoriales que ha emprendido con acierto. Creo, y propongo, que ha llegado el momento de reconocer la necesidad de que estas voces recuperen sus ediciones en papel. Sé que la empresa no es fácil, pero también sé que somos bastantes quienes podríamos comprometernos a lograrlo. Propongo que gane el papel.
Freddy Fernández | @filoyborde