15/03/2024.- En esta época la gente establece vínculos con desconocidos en internet, y, muchas más veces de las que se admite, esas "relaciones" terminan siendo una decepción. La verdad es que casi todo lo que vemos online no es real. En el mundo digital puedes ser quien quieras, engañar o falsificar una identidad. Aprovechando esto, muchos eligen mentir. ¿Por qué? ¿Para qué? Las razones son diversas.

En la plataforma de streaming Paramount+ puedes descubrir historias reales de personas que han sido estafadas digitalmente en la serie documental Catfish: Mentiras en la Red.

Llama la atención que la mayoría de los casos no tienen implicaciones económicas, pero sí morales y emocionales. Por un lado, las personas que buscan compañía y, por ende, amor en vínculos digitales terminan tristes y desanimadas al descubrir los engaños. Por el otro, "los estafadores" deben hacerles frente a sus acciones, con resultados emocionales que no son mejores que aquellos que generan.

Víctimas y victimarios sufren la decepción y la frustración que produce un vínculo que no cuaja, que no llega a feliz término.

En esta época digital, las necesidades del alma siguen siendo las mismas que hace cincuenta años: amor, comprensión, afinidad. Tal vez por eso, estafadores y estafados encuentran en internet el lugar perfecto para intentar resolver el gran problema de este tiempo: la soledad.

Paradójicamente, en un mundo donde la comunicación no tiene obstáculos, las personas se sienten mucho más solas y tienen mayores problemas para relacionarse a nivel personal, sobre todo presencialmente. Pocos lo confiesan, pero un gran porcentaje de la población, sobre todo los más jóvenes, tienen miedo de conversar frente a frente y mirando a los ojos. Es mucho más fácil hacerlo con una pantalla de por medio, aunque para conseguir la simpatía de otros tengan que mentir.

En Catfish: Mentiras en la Red hay casos verdaderamente alucinantes. Desde personas que muestran una imagen que nada tiene que ver con la real, pasando por gente que cuenta mentiras piadosas, hasta otros que simplemente construyen otra vida online. No hay límites cuando se trata de inventar y tratar de recibir la atención que necesitan quienes en sus vidas reales llevan existencias limitadas y tristes.

El factor común de todos los episodios es la necesidad de atención y el sentimiento de soledad con el que viven los mentirosos y sus víctimas. Todos buscan una sola cosa que no se puede comprar: el amor.

Sentirnos queridos es muy importante, ser parte de algo. Para lograrlo, los personajes de esta docuserie son capaces de hacer casi cualquier cosa.

Un aspecto muy positivo de Catfish es que los conductores del programa, encargados de descubrir a los mentirosos, no los juzgan. Tratan con mucha empatía a todos los involucrados en las historias. Finalmente, es muy fácil darse cuenta del dolor emocional que estas personas cargan consigo. Son víctimas de sí mismos.

La docuserie funciona como una ventana para conocer un poco más de la naturaleza humana y su desenvolvimiento. Además, es una advertencia para todos sobre los peligros que oculta el internet, ya que, aunque parezca obvio, muchas veces olvidamos que todo lo que brilla en la pantalla de tu teléfono o computadora no es necesariamente oro.

Luisa Ugueto Liendo

@cluisaugueto