Tinte polisémico | y la marca personal
15/03/2024.- En el mundo del marketing —que como anglicismo puede ser traducido como mercadeo, y que también se asocia al conjunto de las técnicas y prácticas que involucra la disciplina denominada mercadotecnia— se aborda un concepto conocido como branding, cuyo significado hace referencia a la gestión de marca. Está concebido como el grupo de acciones relacionadas con el posicionamiento, el propósito y los valores de la marca.
El objetivo de esa gestión, la del branding, es crear las conexiones conscientes e inconscientes con el público para influir e inducir sus decisiones de consumo, sea de bienes o servicios. Nada menos que intervenir en los distintos niveles de la psique de la gente. Pragmatismo, en máxima esencia, de un sistema orientado a la producción, no para acumular stocks, es decir, inventarios, sino para que la gente los compre y consuma, para que la caja registradora suene, los puntos de ventas facturen, y, por tanto, se generen utilidades.
Conozcamos ahora sobre la marca personal, la cual se concibe como el proceso de difundir y promocionar lo que te representa como individuo. Tu marca personal es el resultado de las experiencias, las habilidades y los valores que te diferencian. Otros la definen como la huella que dejamos en los demás y el recuerdo que estos tienen de nosotros. Siempre que intervenimos en una determinada situación, dejamos un rastro, diríamos una impresión, una imagen. Este rastro, aunque sea percibido de tantas formas, por las personas presentes y con las cuales entramos en contacto, podemos trabajarlo y enfocarlo de una forma que nos beneficie.
Precisamente, en el entorno o los ecosistemas de las redes sociales es donde se propicia el desarrollo del personal branding, y surgen así las recetas y fórmulas en que consisten, entre tantas otras. Por ejemplo, está la que enuncia cómo se hace una marca personal siguiendo los pasos que enumeramos a continuación: formula tus objetivos, determina tu público objetivo, define tu mensaje o tono de comunicación, diseña tu imagen corporativa, planifica tus acciones y mide los resultados.
En síntesis, una marca personal es una declaración pública de quién eres, qué representas, a qué público te diriges y qué valor le aportas, con base en tus objetivos y valores, que constituyen el núcleo de lo que se transmite y comunica a través de todos los canales (medios y redes).
Ese proceso de venderse, o vender una firma, un producto, un servicio o una marca no es exclusivo del ambiente de los influencers, freelancers o de los rock stars; es aplicable y no se escapa a otros contextos y ámbitos.
En el campo de la internacionalización, de la geopolítica y la diplomacia, cuando hablamos de la "marca país", al referirnos a nuestra diplomacia de paz, Las 7T o "el Vergatario", verificamos cómo se fusionan disciplinas y se hace uso de las técnicas que se ponen al servicio de la consecución de metas que pueden trascender la individualidad, o fines eminentemente corporativos, como potenciar y propender hacia cometidos sociales, filantrópicos y políticos-económicos-culturales. Es también ese universo de las comunicaciones y los medios, el teatro de operaciones, de las batallas, entre las marcas y la filosofía del sistema capitalista y la posibilidad de una alternativa desde el sur global por un branding socialista.
Héctor E. Aponte D.