Historia viva | Unidad ecuménica

20/03/2024.- El pasado mes de diciembre de 2023 el presidente Nicolás Maduro llamó a la unidad nacional para la defensa de la Guayana Esequiba y el país le respondió positivamente. Entre esos llamados hubo uno que tuvo alcances de orden especial y fue el Encuentro Ecuménico por la Paz, en el que convergieron todos los factores orgánicos de orden religioso y espiritual que cohabitan en Venezuela.

La reunión con el cuerpo espiritual nacional fue realizada a mediados del mes de noviembre de 2023 y a ella asistieron dirigentes de la Iglesia, tanto la católica y la evangélica como los ortodoxos, quienes estuvieron sentados junto a los musulmanes y judíos, pero también las etnias originarias, con sus deidades y su lenguaje, hicieron acto de presencia y participación.

Pocas veces en el mundo, en lo que va de historia del siglo XX y XXI, se ha producido un encuentro de este tipo, sobre todo cuando en los últimos años la voracidad imperialista territorial por el dominio de recursos se ha desplegado de manera peligrosa contra la humanidad. También hay que mencionar la promoción de más de trescientas guerras en menos de veinte años, una cifra catastrófica. Muchos de esos conflictos eran evitables, pero fueron generados bajo la justificación de una confrontación de orden aparentemente religioso.

Durante el año 2002, la Iglesia católica en Europa hizo un llamado ecuménico a la concordia a los cristianos en todas sus vertientes. Un llamado que tuvo resonancia en 2013 cuando el Papa Francisco reconoció que el laicismo es una fuerza social mayoritaria y que era necesario dialogar con esa población a la que calificó como hijos de Dios: "Los laicos son simplemente la inmensa mayoría del pueblo de Dios. A su servicio está la minoría de los ministros ordenados". Este gesto de humildad del sumo pontífice del Vaticano se expresó en la encíclica "Evangelii gaudium", justo después de ser ordenado como Papa en 2013.

Sin embargo, esta declaración tuvo antecedentes en el seno de la Iglesia católica universal cuando el Vaticano emitió la encíclica "Ut unum sint" en 1995.

Estos textos explican la manera en la que se deberían relacionar las comunidades eclesiales no católicas con la Iglesia católica, dando así las pautas que han de ser tenidas en cuenta para la práctica del diálogo ecuménico, desde la perspectiva católica.1

A pesar de los llamados al diálogo para evitar la guerra, mediante la posibilidad del encuentro entre los religiosos del mundo, la paz siempre ha sido tiroteada. Las intrigas por el poder y la rapacidad por el control del mundo han hecho caso omiso debido a la desenfrenada "esquizofrenia" del capitalismo mundial.

El caso más reciente como muestra de la locura de las guerras lo hemos visto en la conducta fascista de Volodímir Zelenski, cuando promovió en el Parlamento ucraniano la persecución contra la Iglesia ortodoxa ucraniana y sus monjes, bajo la justificación de que se trata de una organización dependiente de la ortodoxia rusa.

Los medios internacionales de comunicación se hicieron eco de los llamados del mitropolita Pavlo, jerarca de los ortodoxos ucranianos, quien fuera arrestado en abril de 2023 y desde entonces permanece en la condición restringida de casa por cárcel. Su llamado resultó silenciado por otras organizaciones religiosas de corte conservador, como la World Evangelical Alliance o Alianza Evangélica Mundial. Este año 2024, dicha alianza mostró una lista de naciones donde supuestamente se persiguen a los cristianos, en la cual aparece Cuba, Nicaragua y Venezuela, pero no registraron a Ucrania, donde en la actualidad se acosa a la Iglesia ortodoxa cristiana.

El llamado del jerarca Pavlo a través de las ventanas de su casa-cárcel es un insólito lamento que evoca a la antigua cristiandad perseguida en los tiempos del Imperio romano, al señalar y denunciar: "Una vez más le imploramos que deje en paz a los monjes (…) No somos colaboradores [de Rusia], somos ciudadanos de nuestro Estado, somos gente que vive aquí desde 1988. Muchos no tienen otro lugar al que ir".

Mientras eso ocurre en una Europa, que está en condiciones críticas por la guerra en Ucrania y la irracionalidad del imperialismo norteamericano, el presidente Nicolás Maduro cumple una agenda de integración y diálogo con los distintos grupos religiosos mayoritarios y minoritarios. En una narrativa, que tiene un verbo universal al poner en primer orden de acuerdos la paz entre los pueblos y la promoción de la dignidad humana, indicó: "Tenemos que salvar a Venezuela de los antivalores, la criminalidad, la drogadicción, la disolución familiar y el individualismo".

 

Aldemaro Barrios Romero

 

Referencia:

1Así lo señala Juan Steban Ruiz Velosa en un artículo publicado en la revista Albertus Magnus, volumen XI, n.° 1, de la Universidad Santo Tomás, en Bogotá, Colombia, año 2020.


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