Sobrina de Jorge Recio revive el heroísmo de su tío el 11-A de 2002
"Mi tío no tenía opción debía capturar la verdad de ese momento histórico"
11/04/24.- Este jueves se cumplen 22 años del golpe de Estado de 2002 y poco más de dos meses de la muerte del reconocido fotográfo Jorge Recio, cuyo lente captó lo que ocurría en aquella fecha en las inmediaciones del Puente Llaguno.
Recio fue uno de los tantos heridos que el golpe de Estado le cambió la vida tras recibir un impacto de bala en su columna vertebral que lo dejó discapacitado.
Hoy su sobrina, Michell Recio, recuerda con emoción el acto heroico de su tío tras capturar con su cámara "la verdad de ese momento histórico".
Michell relató parte de su vivencia el 11-A. "El 11 de abril del 2002 yo era tan solo una niña de 11 años. Todavía no tenía la capacidad de entender por qué mi tío tenía que ir con su cámara a esa marcha que todos los adultos decían que sería peligrosa. Yo solo quería que estuviera en casa, conmigo, y a salvo. Hoy en día ya lo puedo entender. Mi tío no tenía opción, porque para él capturar la verdad de ese momento histórico era más valioso que su propia vida".
En este sentido, señaló que no repetirá su biografía "ya que los organizadores del evento hicieron un trabajo estupendo contando su historia. Más bien les contaré una versión más humana, más íntima, a través de mi relación con él".
El lado humano de Jorge Recio
"Cuando era una adolescente no me interesaba la política y me limitaba a repetir lo que los demás decían alrededor de mí. Con un poco de vergüenza confieso que tenía una idea muy errónea sobre los sucesos del 11 de abril. Escandalizado mi tío se dedicó, con la paciencia incansable que solo un padre puede tener, a enseñarme una cantidad de documentales, videos, fotos, audios, y demás pruebas, que él había coleccionado a través de los años mediante una búsqueda exhaustiva y obsesiva de la verdad. Una verdad que para él era muy personal", recuerda Michell.
Para ella "su verdad fue tan clara, tan palpable, y tan feroz que hasta el día de hoy recuerdo la sacudida que le dio a mi cerebro: todo lo que yo creía saber, mi verdad era una mentira. ¿Quiénes eran los buenos y quiénes eran los malos? ¿Existe tal cosa como el bien y el mal? ¿Es productivo ver el mundo de una manera tan simplista, tan absoluta? Resulta que la verdad es más complicada y más elusiva de lo que queremos pensar".
Señaló que su tío siempre le recordaba “el héroe de uno es el villano del otro". "Desde ese momento comprendí el poder de la verdad, pero también comprendí el poder tan corrosivo del engaño y la manipulación".
Verdades absolutas
"Luego de años de largas lecturas y conversaciones mi tío me enseñó sus verdades más absolutas", manifestó Michell.
Recalcó, "a pesar de lo que le hicieron, y de que él comprendía que el ser humano es imperfecto, nunca perdió la convicción de que siempre vale la pena luchar porque todos podamos vivir una vida digna".
"No se debe mirar hacia otro lado e ignorar las injusticias que se cometen en cualquier parte de nuestro planeta porque la solidaridad y la empatía son virtudes de los valientes y la apatía y el egocentrismo pertenecen a los cobardes". "Como dijo Socrates, una vida no examinada no merece la pena ser vivida. La introspección, el autocuestionamiento, y el autoconocimiento, son necesarios para poder estar en el lado correcto de la historia", resaltó.
A Michell le vino a su mente la última vez que visitó a su tío Recio, en Septiembre de 2023 "al verlo tan inmerso en el conflicto de Palestina le pregunté si no se deprimía. Me contestó que si los buenos no prestan atención los malos ganan".
"La vida solo vale la pena vivirla cuando se ama a otra persona con intensidad", sentenció Michell.
CIUDAD CCS