20/04/2024.- Parar la belicosidad del Gobierno sionista de Israel que aún no cesa en su tarea de exterminar a la población palestina, dar un golpe demoledor a la República Islámica de Irán y por si fuera poco tratar de desencadenar una guerra global que puede dar lugar a provocar una catástrofe nuclear, es la lucha más importante que tiene que encarar el mundo de hoy. Según lo afirman expertos en derecho internacional que tratan de que se minimice la estupidez de la guerra.

Israel con el apoyo de Estados Unidos (EE. UU.) y sus aliados de la Organización de Tratado del Atlántico Norte (OTAN) conformó su doctrina político-militar y los arsenales partiendo de la tesis de que es necesario asegurar su superioridad sobre el poderío militar de los países árabes que pueden ser sus enemigos reales o potenciales en un conflicto armado. Al calcular qué país árabe y con qué medios les podría enfrentar, Israel invariablemente exageraba al máximo sus estimaciones, lo que le permitía recibir considerables subvenciones de Occidente para comprar armas o recibirlas directamente, además de las más modernas, con la idea de usarlas.

En junio de 2006, hace más de 17 años, cinco niños palestinos que tomaban un baño en una playa de Gaza fueron muertos por la explosión de un misil lanzado por un cañón de las Fuerzas de Defensa Israelí (FDI). Las autoridades de Israel negaron tal hecho, atribuyendo lo sucedido a alguna bomba que explotó y que fue dejada enterrada en la arena por los terroristas árabes. Eso causó una gran agitación internacional tanto que la Human Rigths Watch envió a su corresponsal Marc Glasco para desarticular esa canallada. Este crimen es uno de los tantos miles que Israel ha cometido en Gaza, Cisjordania y Jerusalén; por ahora, la cifra de muertos pasan de 34 mil y de 76 mil 371 heridos, pasado más de seis meses del conflicto entre Israel y Palestina.

El Gobierno de Israel para seguir saciando su desmedida condición de Estado terrorista contra los árabes y no árabes, atacó y destruyó el día lunes 1 de abril de 2024 el edificio del consulado de la República Islámica de Irán en Damasco, Siria, que dejó un saldo de 16 personas muertas, siete de ellas miembros del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica persa. Esa rabiosa acción criminal del grupúsculo sionista, dirigido por el primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu, conocido xenófobo, ambicioso, asesino, corrupto y violento, no soporta un análisis criminológico del delito internacional cometido contra la población palestina. Irán, en su legítimo derecho a la autodefensa, respondió a Israel desde su territorio con un ataque con drones y misiles contra la base aérea de Nevatin ubicada al sur de la Palestina ocupada y otras zonas, la base quedó totalmente dañada. En esa acción contra Israel, hubo más de una decenas de heridos.

Benjamín Netanyahu con sus aires de superioridad había intuido que Irán se privaría en dar una respuesta político-militar a Israel porque siempre ha estimado la inferioridad de las Fuerzas Armadas del Estado persa. Todo lo contrario, Irán conocedor del cinismo y la desfachatez con que las autoridades sionistas llaman a los iraníes, se ha convencido de que Israel es capaz de dar un zarpazo en cualquier momento y debido a ello no tuvo otra alternativa que la de concentrar sus esfuerzos en la defensa de su territorio. Así Israel, por advertencia de sus aliados europeos, ha tenido que detener por ahora cualquier embestida bélica contra la República Islámica de Irán.

-2-

Un ataque al territorio iraní por parte de las FDI, en el presente contexto mundial, puede arrastrar inevitablemente al mundo a una guerra mundial de consecuencias imprevisibles. Ese no es el camino y por ahí solo se aumenta la justificación del genocidio, malgastar billones de dólares a un costo muy elevado en pérdidas humanas, destrucción del miedo ambiente y arrases de grandes ciudades, etc.

Hoy se va haciendo cada vez más necesario el sentido pragmático para abordar el dilema de la guerra o la paz, por ello hay que lamentar hechos como lo que ocurre en el Medio Oriente, el conflicto bélico entre Ucrania y la Federación de Rusia, de la República Democrática del Congo, etc, y al mismo tiempo tener la convicción de que por encima de esa locura sin sentido, se impondrá el criterio de las personas no atacadas por el delirium tremens nuclear. EE. UU., el responsable de la mayoría de estas situaciones políticas trágicas en el Oriente Medio y Europa, que da ayuda económica, técnica y militar a Tel Aviv, parece reflexionar a favor de la paz y contener la conducta antisocial de Netanyahu y de su grupo de asesores políticos y militares. Ojalá que eso no sea tarde y signifique el mejoramiento del clima internacional.

J. J. Álvarez