Psicosoma | Síndrome de abstinencia
La vida que se derrocha en vicios
11/10/22.- Estamos sujetos a condicionantes internos y externos que nos generan dependencia y adicciones placenteras, el punto medio es el autocontrol y necesitamos escuchar al cuerpo; hay quejas comunes como: ‘’Pasa rápido el tiempo y no se logra vivir’’.
Quizás el filósofo Séneca nos alumbre: ‘’No tenemos poco tiempo, sino que perdemos mucho. La vida es lo bastante larga y si toda ella se invierte bien, se concede con la amplitud necesaria para la consecución de la mayor parte de las cosas’’. La vida la derrochamos en vicios socializados, abiertos cual chorro de agua, en juergas, en drogas (sustancias de origen natural o sintética, con capacidad para generar alteraciones del sistema nervioso y psicológico), dependencia emocional, sueños ajenos, “antiparabolismo”… ¿Qué vida se vive? ¿Será qué no se puede estar consigo?
Las bajas pasiones, como la infamia, perfidia, mentira… son “drogas sociales” que permean las interacciones como el alcohol, nicotina, opiáceos: morfina, codeína, benzodiacepinas, alcaloides, anfetaminas, fentanilo (comercial: Actiq, Duragesu), sin nombrar los productos canábicos que están en aumento desde la década de los años setenta, a la par que las drogas ilegales que van en exponencial consumo: ‘’polvo rosa’’, morfina, cocaína, heroína -derivada del opio- China White, Girl… -fentanilo arcoiris ilegal- que mueven la economía del “otro mundo”. Según las Naciones Unidas (2020), los jóvenes consumen más drogas y en muchos países superan a la generación anterior en un 26 %. Es la dura realidad para conseguir el amor ‘’éxtasis’’…
Las bebidas espirituosas aún se mantienen: las ancestrales chichas de jora, coca, el pulque, aguardientes del quetzal, ágave…, que son medicinales, sacras; pero como en todo es la frecuencia del beber, comer, que marcan la diferencia (una zambuca para la digestión). El escritor Roger Bacon (XVI) recomendaba “el vino para cuidar el estómago, pues conserva el calor natural, la digestión, defiende al cuerpo de la corrupción y prepara las comidas hasta que se conviertan en luminosa sangre’’, el ajenjo combatía los parásitos, la ginebra para los riñones, el vodka ayuda en la presión y colesterol altos… pero la curiosidad, condicionantes, abuso, llevó a muchos a la línea imaginaria “del no retorno’’.
Con las drogas sintéticas del fentanilo arcoíris (alteración química compuesta de residuos de cocaína y heroína), el tráfico clandestino repotenció el plus goce a 200. La dopamina con los mercados del norte de México -productor y consumidor a base de flores de la amapola roja- “pasan” por Centroamérica al país más consumidor del planeta: Estados Unidos. Las drogas sintéticas, en principio como el Tramadol, fueron creadas para tratar pacientes con cáncer, calmar dolores; son analgésicos opioides que a nivel del cerebro afecta el sistema nervioso central y causan relajación, sedación, confusión, mareos; y en dosis altas, euforia, depresión respiratoria, constricción pupilar y actúan rápido uniéndose a los receptores opioides que se encuentran en áreas del cerebro que controlan el dolor y las emociones. Según la DEA, la China Girl es 40 veces más fuerte que la heroína y 50 a 100 veces más tóxica que la morfina.
La adicción necesita dosis elevadas de pastillas multicolores para más placer compulsivo, pues cambia las funciones cerebrales. El síndrome de abstinencia ocurre al faltar una dosis o su interrupción por horas después del último consumo, producen alteraciones fisiológicas y psicológicas como: baja de tensión, temblores, ansiedad que aumentan en las 24 y 48 horas con fuertes dolores musculares, sudoración, delirios, alucinaciones, fiebre, escalofríos, que ceden en una semana o quince días…
La psicoterapia: ‘’Un día a la vez’’ de A. A. ayuda evitar recaídas.
Ana Anka