Fisio en acción | El "windsurf" es emocionante, pero desafiante
Es un deporte verdaderamente majestuoso
Dominar las olas, el viento y mantener un perfecto equilibrio y sincronía entre ambos es esencial para practicar un deporte llamado windsurf, pero cabe destacar que si el surf resulta apasionante y emocionante para deportistas, además de espectadores, el windsurf lo es aún más, pues a la habilidad con la tabla y las piruetas que hay que añadir a la ejecución del deporte con la vela, así como jugar con la cambiante potencia del aire que lo impulsa, lo hace un deporte verdaderamente majestuoso.
Los primeros en practicar este deporte fueron los estadounidenses, pero en la actualidad ha adquirido gran relevancia a escala mundial. Este deporte nació cuando dos californianos quisieron comprobar si era posible añadir una vela a la tabla de surf, y luego después de diversas pruebas lo consiguieron, ampliando hoy en día esta disciplina con fantásticas acrobacias que siguen perfeccionando de acuerdo a sus técnicas y modalidades.
Entre las características principales de este deporte, tenemos que el equipamiento varía adaptándose al deportista o a la modalidad o competición. Las tablas más grandes miden 3,50 m, aunque las más utilizadas rondan los tres metros, la aleta de la tabla proporciona estabilidad en la dirección, sin ella, la parte trasera de la tabla se movería continuamente de lado a lado, como la cola de un pez, esta da la facilidad para girar y ganar velocidad.
Como todo deporte tiene sus riesgos de lesiones, la aparición de heridas por abrasión en el empeine (pie) encabezan la lista debido al roce y la presión de la piel con el footstrap, la cincha que lleva la tabla para fijar el pie y permitir un mayor agarre y estabilidad al cuerpo. También traumatismos en dedos por el enganche con el material y golpes directos en las uñas que provocan hematomas subungueales con rotura parcial o completa de las uñas. También pueden ocurrir esguinces de diferentes grados.
Además, y no menos importante, se originan fracturas en las cabezas de los metatarsianos menores por impactos directos contra la tabla durante los saltos, las fisuras o grietas en la piel, sobre todo en los talones y en la zona de apoyo plantar del primer metatarsiano (el hueso largo del dedo "gordo"), debido a la pérdida de humedad de la epidermis al estar tanto tiempo expuesta tanto al agua salada como a la arena.
Ydalmis Bravo