11/05/2024.- En algún momento hemos podido observar en personas o hasta en nosotros mismos la aparición de líneas oscuras en zonas como cuello, axilas, codos, entre otras partes; pues, déjenme decirles que esto no corresponde a falta de higiene como muchos piensan; esto va más allá de una simple mancha en la piel, se trata de una afección conocida como acantosis nigricans y cada vez se hace frecuente en la población mundial.

Se caracteriza por la hiperpigmentación y engrosamiento de la piel, apareciendo principalmente en las áreas del cuerpo con pliegues y arrugas, afecta a personas de todas las edades, aunque es más común en la edad adulta y en individuos con sobrepeso u obesidad.
No es una enfermedad como tal, sino un indicador de una posible alteración en el organismo como la resistencia a la insulina, que es una condición prediabética que lleva al organismo a producir más insulina de lo normal para compensar la incapacidad de las células para utilizarla correctamente, estimulando el crecimiento de las células de la piel, provocando la aparición de estas manchas oscuras en las zonas antes mencionadas. También alteraciones hormonales, como el síndrome de ovario poliquístico, enfermedades endocrinas, como el hipotiroidismo, síndrome de Cushing; e incluso algunos medicamentos, como los glucocorticoides y los anticonceptivos hormonales, son responsables de esto; la pigmentación puede variar en color desde marrón claro hasta negro y, en raras ocasiones, puede acompañarse de picazón.

La evaluación clínica incluye una revisión detallada de antecedentes familiares de diabetes y obesidad, los medicamentos que se estén tomando y cualquier síntoma que pueda indicar un trastorno endocrino o metabólico. Es posible que se requieran exámenes de laboratorio para evaluar los niveles de insulina y glucosa en sangre, y en algunos casos, también puede ser útil una biopsia de piel para confirmar el diagnóstico.

El tratamiento se enfoca principalmente en abordar la causa subyacente de esta afección dermatológica, además de mejorar la apariencia de la piel afectada, pero dado que la acantosis nigricans suele estar asociada con condiciones como la resistencia a la insulina, la obesidad y ciertos trastornos endocrinos, los esfuerzos terapéuticos están dirigidos a tratar estos trastornos concomitantes.

Los cambios en el estilo de vida (dieta saludable, actividad física y la administración de metformina o sitagliptina como primera línea), perder peso, y tratar con fármacos específicos para corregir el desequilibrio hormonal, aplicar retinoides tópicos en la piel, cremas con ácido salicílico y ácido láctico, la dermoabrasión y el tratamiento con láser es lo indicado en los casos más severos de esta afección. 

Ydalmis Bravo