Cine para llevar | La madre de la novia (Netflix, 2024)
Brooke Shields y Benjamin Bratt estrenaron película en Netflix
17/05/2024.- Una gran falta de imaginación, interpretaciones forzadas y guiones repetitivos son elementos que podemos encontrar una y otra vez en algunas de las películas que se estrenan en Netflix.
La industria del cine en streaming vive una crisis de originalidad. Creo que nunca antes se habían filmado tantas cintas acartonadas, donde se pone más atención a los decorados o a las cirugías de los actores que a la credibilidad del libreto.
La madre de la novia (2024) es otro ejemplo de lo deficientes que son algunas producciones realizadas como comida rápida para las plataformas.
La cinta protagonizada por Brooke Shields y Benjamin Bratt es una comedia romántica que desde el inicio nos muestra lo poco que va a tener de romántica y de comedia, porque ni conmueve ni hace reír.
El largometraje repite una fórmula ya gastada, generando un resultado que puede ser entretenido, sin dejar de ser deficiente e incluso, en ocasiones, odioso.
Las escenas son una copia de tantas otras que hemos visto infinidad de veces, pero representadas lejos de la magia y la emoción que este tipo de producción debe tener para conectar con la audiencia.
El "drama" de los personajes se cuenta de un modo superficial y sus personalidades son un cliché. Las hemos visto en incontables producciones de Hollywood.
En esta época, muchos realizadores se equivocan cuando creen que, para hacer buenas películas, basta con replicar una fórmula. El cine no es como la Coca-Cola: no es tan simple contar buenas historias y mucho menos si pretenden hacer reír. El humor fácil aburre.
Con las historias de amor sucede que siempre se corre el riesgo de ser cursi, de cruzar la línea que divide la belleza del mal gusto. En La madre de la novia, esa línea es prácticamente invisible. El largometraje es cursi y de mal gusto al mismo tiempo. Presenta circunstancias dramáticas a la fuerza.
En este estreno de Netflix, las escenas de humor son muy obvias; tan previsibles que no dan risa. Los chistes son insulsos, no sorprenden y para nada tienen gracia.
Una comedia romántica funcional debe tener magia, generar ilusión, hacerte vivir el conflicto romántico que se plantea. Recordemos cintas como Mujer bonita (1990), una clásica historia de Cenicienta, que sube de nivel por el buen desarrollo de la trama, las actuaciones brillantes y sus circunstancias emocionantes y divertidas, a pesar de que no es precisamente original.
En el cine y en la vida no son los hechos los que importan, es la mirada sobre ellos lo que hace la diferencia. Un cambio de perspectiva puede convertir una historia vulgar en un relato interesante, romántico e incluso reflexivo.
Me quedé a ver La madre de la novia hasta el final, esperando que en cualquier momento las circunstancias cambiaran. Nunca pasó. Terminó como lo imaginé desde la primera escena, sacándome una sonrisa pequeñita.
Luisa Ugueto Liendo
@cluisaugueto