Comentarios noticiables | Venezuela no teme a los obstáculos...
18/05/2024.-
I
¿Qué ocurre en nuestro país bajo el gobierno socialista bolivariano en el contexto político actual? Estando aún por dejar la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, se puso al rojo vivo la contradicción entre Venezuela y Estados Unidos (EE. UU.), entre las ideas de Simón Bolívar y las de James Monroe, con cuya doctrina de 1823 se desarrolló el panamericanismo en dos etapas: la latinoamericana, hasta finales del siglo XIX, y la estadounidense, desde fines del siglo XIX hasta nuestros días. El panamericanismo lo concibió EE. UU. como predestinación divina para dirigir los asuntos latinoamericanos o bien para fundamentar y justificar su expansión imperialista en los países vecinos latinoamericanos.
Hugo Chávez tuvo el mérito de enriquecer y hacer viva la doctrina del Libertador Simón Bolívar. Siempre apeló a la proclama del 5 de agosto de 1829, en carta dirigida a míster Patricio Campbell, encargado de negocios de Gran Bretaña en Guayaquil: "Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la libertad". Así, Bolívar dejó entrever que EE. UU. se perfilaba ya como potencia en su fase preimperialista.
Chávez, en cuya inteligencia brotó de manera natural el pensamiento precursor del antiimperialismo de Simón Bolívar, no escatimó esfuerzos en caminar por tramos diversos en el desarrollo político, social y económico de nuestra patria. Chávez comenzó, en su origen humilde, educación, escuela militar y lección de la historia patria, la lucha por derrumbar la humillante hegemonía estadounidense en nuestro país.
El tiempo de acción, labor y práctica de la lucha política bolivariana comenzó el 4 de febrero de 1992, cuando el entonces teniente coronel Hugo Chávez se rebeló contra el gobierno del falso demócrata Carlos Andrés Pérez. Asumió la responsabilidad de los hechos, pagando con prisión, que luego convirtió, como educador infatigable, en una universidad para ganarse al pueblo de Venezuela y conquistarlo para la causa antiimperialista. Hoy ninguna persona honesta de nuestra patria o del mundo puede dudar de que en Venezuela marcha un proceso de excepcional lucha contra el imperialismo norteamericano.
En la cárcel, Chávez confirmó la posición de las fuerzas inertes y conservadoras de la oposición que quisieron reducir a cero la revolución socialista bolivariana, aprovechando con este fin toda posibilidad, todo tropiezo y todo error que surgiera en el desarrollo de su proceder político. Chávez, una vez liberado de la cárcel de Yare por sobreseimiento del presidente Rafael Caldera, en fecha 27 de marzo de 1994, vio oportuno dedicarse a la lucha política electoral e inscribió el Movimiento V República (MVR) en el Registro Electoral. Participó en la campaña para la elección presidencial de 1998 y resultó ganador. Asumió la Presidencia de la República en febrero de 1999.
II
Para poder lograr la Presidencia de la República, Chávez se empapó de la savia del Árbol de las Tres Raíces (acción y pensamiento de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora). También de revolucionarios latinoamericanos y del mundo: Fidel Castro, Ernesto "Che" Guevara, Emiliano Zapata, Augusto César Sandino, Fabricio Ojeda, Argimiro Gabaldón, Camilo Torres, José Martí, Carlos Marx, Federico Engels, Lenin, Mao Tse-Tung, Ho Chi Minh, entre otros que han cooperado con la transformación social, política y económica de la humanidad.
¿Por qué es tan importante reconsiderar los valores y principios de la Revolución Bolivariana en estos momentos? Un excepcional trabajador social, Nicolás Maduro, actual presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, ha elevado muy en alto el grado de lealtad a Chávez. Así, pues, Maduro, desde el difícil año 2016, en el que EE. UU. apostó por su liquidación física, pudo sortear todos los obstáculos de las administraciones de Barack Obama, Donald Trump y Joe Biden, en un contexto de guerra política, comercial y financiera sin precedentes.
Gracias al presidente Maduro, pues sin temor alguno ha dejado claro que Venezuela no es satélite de ningún imperialismo ni de su derivada doctrina Monroe. Por ello, podemos decir que él ha demostrado ser un hombre de Estado y un líder indestructible de la Revolución Bolivariana.
J. J. Álvarez