Arte de leer|Tiempos bravíos o la terapia del juego poético de Merimar
Una terapia del juego poético
21/05/2024.- Gran parte de la experiencia humana ha sido registrada en las disciplinas del periodismo, la historia y también por la literatura. Es así como nos encontramos con una serie de sucesos plasmados en crónicas, artículos, cuentos, novelas, poemas y hasta en mitos.
Desde los hechos, son muchas las cosas que pueden afectarnos, tanto lo que ocurre a nuestro alrededor como, incluso, aquello que pudiera estar aconteciendo en otra parte. Nos conmueve hasta producirnos pesar, o, si es algo que consideramos agradable o positivo, nos arranca una sonrisa.
En todos esos escenarios de la emoción, la poeta se propone escribir un relato del sentimiento:
Me quedo en silencio ante el preámbulo de la noche, merodeo, pienso en los amores no tan platónicos. Desvelo mi epidermis, calmo mi insomnio. En mis sueños estoy comprometida con un hombre que es un híbrido de varios, lo honro y lo difamo. Me transfiguro y finjo ser ecuánime, admito que no es mío entre crujidos dolorosos. Soy un hierro impenetrable, no creo en la propiedad privada siempre y cuando no sea el hombre con quien despierto.
En su mente se mantiene girando la voz y la imagen. Los elementos de lo vivencial trascienden hacia una estética del vacío, que intenta llenarse de tinieblas o luces marcadas por sombras:
Tengo intacto el rencor de la infancia, creció el cuerpo y no el alma. Quiero destruir el sueño que me estorba, donde él inclina su estatura y se traduce en tristezas. He intentado descubrir dónde habitan sus miserias. Aseguran que fui yo la culpable como si el cuerpo está obligado a albergar la ira, he conocido la muerte en un bostezo. Me aflige que la sangre que me llena sea de ellos… yo no les pertenezco. No hay linaje que me reconozca, cercenaron la infancia con intrigas.
No puedo restaurar la descendencia…
Ante aquello que afligió a su ser, Merimar Franco Farías propone condonar su causa, a través de una palabra desahogada en su breve poemario Tiempos bravíos, publicado por Ediciones Madriguera. Desde el principio hasta el final de sus sentidas letras, Merimar ejerce control de la aflicción y sus versos resultan en una terapia del juego poético:
El lenguaje no posee gravedad, pero cae justo en el alma donde no hay para ofrendar silencio. El pensamiento se llena de ruidos que lastiman. No se pueden ofrecer cenizas cuando hay miedo, no logré ahogarme con mis manos aquella madrugada. Tampoco hay ceremonia para el desaliento.
La poesía de Merimar Franco Farías es un reto a los acongojados recuerdos. En sus párrafos plenos de figuras retóricas, nos muestra que retratar lo que duele es un acto de no contrición, donde estar en paz con nuestro propio corazón es enfrentar aquello que consideramos nuestros demonios:
Su alma tenía grietas despiertas. Lo elegimos tantas veces, venía del llano, donde también habita una porción de los Andes. Escarbaba la historia… Con el tiempo fue más que una sombra, encendió los mapas, no hizo distancias… Él no pertenecía a este tiempo. Los pactos de agresión no eran su oficio, impugnaba la muerte, no se lucraba de insensatez, sus ojos están detrás de los cerros y de los clamores. Su presencia fue incómoda para las bestias, él se alejaba de los crueles, su pecho fue el lucero de los pueblos. Y lo culparon tanto que ya no tenían que preguntarle al verbo, y sin embargo su muerte fue una herida colectiva.
Ricardo Romero Romero
Merimar Franco Farías
Venezolana. Ha realizado talleres literarios con Víctor Manuel Pinto, María Alejandra Rendón y Luis Alberto Angulo. Estudió Educación, mención Lengua y Literatura, en la Universidad de Carabobo. Egresó de Idiomas, mención Francés, en Funda-UC. Realizó diplomados de Neurolingüística en Fundacelag. Militante de izquierda en la plataforma socialista Golpe de Timón. Activista feminista.
Franco Farías, M. (2017). Tiempos bravíos. Colección Utopías. Edición digital: Ediciones Madriguera
Descárgalo gratis: http://www.edicionesmadriguera.com.ve/2018/03/libro-tiempos-bravios-de-merimar-franco.html