Historia viva | Guyana: insolencias neocoloniales

22/05/2024.- Para entender el presente geopolítico e histórico relativo a las relaciones de Venezuela con Guyana, debemos recapitular y revisar algunos antecedentes en unas relaciones de orden dependiente y neocolonialista que hoy podemos ratificar con la categoría del sistema-mundo capitalista, que analizó el sociólogo norteamericano Immanuel Wallerstein durante las últimas décadas del siglo XX.

Lo primero que debemos descartar es la "amenaza" que significó Guyana para Estados Unidos cuando se constituyó en república federativa en 1966, con dos partidos cuyos troncos originales tenían raíces de izquierda. Por razones de espacio, nos remitiremos brevemente al proceso de independencia con dos líderes destacados: Linden Forbes Burnham (Congreso Nacional de Pueblo, CNP) y Cheddi Jagan (Partido Progresista del Pueblo, PPP).

Burnham mantuvo relaciones cercanas con el gobierno de Kennedy desde principios de la década de los sesenta y, a pesar de que el gobierno de EE. UU. lo consideraba socialista, era preferido por cuanto lo estimaron "moderado" ante el comunista Cheddi Jagan, a quien calificaron de peligroso para la "democracia occidental".

Esos vínculos se ratificaron cuando Burnham fue electo primer ministro de Guyana Británica entre 1962 y 1966 e inmediatamente cuando Gran Bretaña "independizó" a Guyana, Burnham de nuevo fue elegido primer presidente de la naciente "república". Algunos documentos liberados en fecha reciente indican el grado de compromiso que este líder guyanés tuvo con los gobiernos de Kennedy, Johnson y Nixon. No obstante, las nacionalizaciones practicadas durante su mandato y el ingreso de Guyana al Grupo de Países No Alineados fueron recibidos en los círculos de poder de EE. UU. como una "traición". A pesar de ello, mantuvo vínculos cercanos con agentes del gobierno estadounidense.

Por su parte, Cheddi Jagan fue un dirigente juvenil comunista guyanés que vivió en Estados Unidos y se casó con la norteamericana Janet Rosenberg, con quien compartió su trayectoria política. Ella llegó incluso a ser presidenta de Guyana cuando sucedió a Jagan a causa de su muerte. Jagan fundó el PPP con la colaboración de Burnham en 1950, pero luego este, por desavenencias con Jagan, hizo tienda aparte y creó el partido Congreso Nacional del Pueblo.

Burnham y Jagan renegaron de sus orígenes socialistas y comunistas y terminaron siendo socialdemócratas, fijando el sistema norteamericano bipartidista en Guyana y manteniendo un sistema de dependencia neocolonialista con EE. UU. y Gran Bretaña hasta nuestros días.

Un informe del Departamento de Estado da cuenta de la presión que ejerció Estados Unidos contra Venezuela para favorecer la elección de Burnham en 1968. Tal era la injerencia y manipulación impositiva del gobierno de Johnson que permitía entender los niveles de tráfico de influencias que han ejercido los gobiernos de EE. UU. sobre nuestra región ayer y hoy.

El canciller venezolano Ignacio Iribarren Borges, el 9 de julio de 1968, propuso al presidente Leoni un decreto

… reclamando nueve millas de mar territorial más allá de las tres millas reclamadas por Guyana frente a la costa del territorio en disputa. Una "nota explicativa" publicada con título señaló que Venezuela reclama un mar territorial de doce millas frente a su propia costa y desea dejar constancia de su reclamo sobre un área similar frente al territorio en disputa. Sin embargo, dado que Guyana no reclama la zona de tres a doce millas, Venezuela se siente libre de reclamar la zona, lo que, "nota explicativa", implica ejercer soberanía inmediata sobre ella mediante algún "acto físico de posesión" o "acto concreto de dominio" no declarado.

La respuesta del subsecretario de Estado de Estados Unidos, Covey Thomas Oliver, fue absolutamente insolente cuando exigió al embajador de Venezuela en Washington, Enrique Tejera París, cuatro días después: "… afirmando que si Venezuela tuviera la intención de ejercer derechos de soberanía en una zona de tres a doce millas frente a Guyana, Estados Unidos tomaría la situación por 'muy seria'". El subsecretario señaló:

… además de que el gobierno de Estados Unidos no reconoce mares territoriales de doce millas, no acepta la validez del decreto si implica ejercicio real de soberanía, y si el asunto surgiera en foro internacional, no podríamos apoyar a Venezuela. (Telegrama circular del Departamento de Estado a todos los puestos de la República Americana. Washington, 17 de julio de 1968).

En ese momento de tensiones, el embajador de Venezuela cedió a la presión igual que el presidente Leoni, y luego, cuando Rafael Caldera asumió la presidencia en 1969, el asunto quedó para el olvido diplomático hasta que Chávez y Maduro no aceptaron más insolencias y exigieron respeto para los pueblos suramericanos.

Hoy los herederos de Burnham y Jagan, es decir, Irfaan Ali y Bharrat Jagdeo (PPP), y David Granger (CNP), siguen los mismos lineamientos del Departamento de Estado y de las trasnacionales petroleras norteamericanas, mientras Venezuela sigue sus designios soberanos de independencia.

 

Aldemaro Barrios Romero


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