24/05/2024.-

El Estado sionista de Israel se permite violar todo cuanto está prohibido por la ley en desmedro de los derechos humanos de la población palestina. El exterminio de la población civil palestina por parte de las Fuerzas de Defensa Israelí (FDI) asciende a más de 35 mil personas en la Franja de Gaza, con una cifra que pasa de 114 mil heridos. La mayoría de palestinos muertos son mujeres, niños y ancianos. Por si fuera poco, esto sigue sucediendo a medida que ese Estado continúa ocupando con violencia el territorio palestino y expropiándolo ilegalmente con la venia de los Estados Unidos (EE. UU.) y sus aliados europeos.

Las mandamases del Estado de Israel eligieron vivir encerrados en sí mismos, recelosos, mirando a los demás como amenazas, siempre preparados para agredir a los árabes, vale decir, a los palestinos, según el dicho del pensador judío Gilad Atzmon. Israel, con su política separatista, usa métodos infames contra la población palestina, pero en una versión corregida y aumentada de lo que aprendieron de los ingleses durante el protectorado británico de Palestina, otorgado por la Sociedad de Naciones Unidas (hoy Organización de las Naciones Unidas, ONU). El mismo comenzó en 1923 y se caracterizó por una crueldad que aún sigue constituyendo un hito en la historia de las represiones mundiales.

En los actuales momentos, el Estado sionista no deja de expandirse en territorio palestino, como hicieron con la Nakba (que en árabe significa "catástrofe") entre el 13 de marzo y el 13 mayo de 1948, cuando ocuparon violentamente a más de 200 poblaciones palestinas, asesinaron a muchos inocentes y obligaron a más de 250 mil palestinos a un exilio forzado. Hoy, más 300 mil pobladores de Ráfah han tenido que escapar tras el bombardeo y el cañoneo de las fuerzas israelíes. Con ese deliberado accionar, lo que pretende Israel contra todo derecho es cumplir con el objetivo de anexarse toda la Franja de Gaza.

Los artífices de crímenes de guerra en Palestina, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa israelí, Yoav Galant, amenazan con exponer la vida a más de un millón y medio de palestinos refugiados en Ráfah, que ya no tienen adónde ir. Si eso ocurriera, en contra del derecho internacional humanitario, Netanyahu y Galant volverían a incurrir en un segundo delito de genocidio. Eso ratificaría las órdenes de detención en su contra, emitidas por el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, Karim Khan, el pasado día lunes, 20 de mayo de 2024.

Según lo tipificado en el artículo 8 del Estatuto de la Corte Penal Internacional, podrían ser enjuiciables también aquellos jefes de gobiernos que han venido aportando medios bélicos y dinero a Israel para bombardear núcleos de poblados pacíficos, donde las mujeres, niños y ancianos son los que más sufren y mueren.

Lo que ha hecho la CPI en contra del primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Galant, es tratar de enjuiciar a ambas autoridades de Israel como criminales de guerra, pronta e inquebrantablemente, para que el derecho internacional humanitario surta un verdadero efecto disuasivo en beneficio de los palestinos y de toda la humanidad. El derecho penal internacional prohíbe matar o herir de manera alevosa a civiles o militares del enemigo; matar o herir al enemigo que se rinde; anunciar que no habrá perdón; anunciar el exterminio total del enemigo; destruir bienes públicos y privados y apropiarse de ellos de forma injustificada por necesidades militares a gran escala y arbitrariamente; dirigir ataques internacionales contra el personal de la ONU, instalaciones, material, unidades o vehículos participantes en una misión de mantenimiento de la paz o de asistencia humanitaria, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, siempre que tenga derecho a la protección otorgada a civiles u objetos civiles, con arreglo al derecho internacional de los conflictos armados; declarar que no se dará cuartel; asesinar a periodistas y trabajadores de la prensa (más de 150 hasta este momento), etc. Esto es lo que Israel se ha permitido, todo cuanto está prohibido por la ley.

La historia del Estado sionista de Israel es la historia de más de 76 años de violación de los derechos humanos en Palestina, donde hoy se sigue cometiendo un genocidio apoyado por EE. UU. y sus aliados. La CPI tiene la gran tarea, dentro el marco del derecho internacional humanitario, de maniatar al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien continúa tratando de bloquear la conciencia crítica de la humanidad con el pretexto del holocausto nazi.

J. J. Álvarez