Punto de quiebre | Policías imponen su ley y le disparan a un muchacho

28/05/2024.- El delito del jovencito fue hacer piruetas en la vía con su moto. Afortunadamente, salvó la vida, pero permanece en estado crítico en el hospital.

***

Los funcionarios de ese módulo de la Policía Nacional Bolivariana de Antímano habían sido denunciados en varias ocasiones, sobre todo por matraca y siembra de drogas, pero las denuncias nunca llegaban a nada. Eso lo que hacía era envalentonar aún más a los uniformados, que hasta esta semana se creían dueños del barrio.

Hace cosa de un año detuvieron en horas de la madrugada a un grupo de jóvenes que regresaba de una fiesta. Eran muchachos sanos e inocentotes, pero uno de ellos consumía drogas y traía un tabaquito de marihuana escondido dentro de la cartera. Más vale que no. Les cayeron a golpes a los cinco. Les montaron un terror psicológico y los pusieron a "parir" para conseguir cien dólares, monto que pedían a cambio de su libertad.

Los muchachos apenas pudieron conseguir veinte dólares y fueron liberados a regañadientes, pero con la amenaza de que si no les llevaban el resto en la semana, los iban a detener cada vez que pasaran por allí y les iban a sembrar droga. Las viejitas llorosas los esperaban afuera, pues ni siquiera las habían dejado pasar.

Otro día detuvieron a tres muchachos. Intentaron hacer lo mismo, pero el papá de uno de ellos se presentó en el comando y estuvo a punto de caerse a golpes con los uniformados, mientras un hermano suyo, furioso también, grababa todo con un teléfono celular. El hombre, en su ira, les tomó fotos a los uniformados y al día siguiente se fue a colocar la denuncia en la Fiscalía. Les juró a los uniformados que no iba a descansar hasta verlos fuera de la policía y presos.

Nunca más se les vio a los uniformados y se dijo que el escándalo de la detención de los chiquillos inocentes llegó a oídos de los superiores en el comando, quienes decidieron cambiar a los uniformados para otro módulo, en otra zona.

Lo cierto es que la matraca se aplacó un poco. Los uniformados estuvieron calmados un tiempo, pero luego volvieron a violar la ley a sus anchas y a convertirse en los amos y señores del barrio.

Este sábado un grupo de jóvenes de la barriada hacían "caballitos" con sus motocicletas en plena avenida principal del Carapita, parroquia Antímano, y se ganaban los aplausos o las pitas de varias docenas de transeúntes. Ya tenían rato en eso, por lo que es de imaginarse que algún vecino o comerciante, molesto con la bulla, llamó al 911 y se quejó.

Varios policías del módulo se acercaron al lugar, pero no venían con ganas de hablar con nadie, sino que de una buena vez comenzaron a disparar contra los muchachos motorizados y uno de ellos cayó al piso. Ni siquiera intentaron socorrerlo, sino que pretendieron irse del lugar. Varios vecinos se percataron de que el joven motorizado había recibido un impacto de bala en la cabeza y comenzaron a recriminarles a los uniformados la forma como llegaron, disparando como locos, y no permitieron que se retiraran del sitio.

El herido, quien resultó ser un jovencito de 17 años de edad, identificado como Eliécer Enrique Fuentes Mendoza, fue trasladado hasta un centro de salud cercano y, afortunadamente, salvó la vida, aunque permanece recluido en estado crítico.

Varios dirigentes vecinales comenzaron a realizar diversas llamadas telefónicas. Al final, se presentó al sitio una comisión de la propia Policía Nacional Bolivariana, así como otra del Cicpc, quienes se encargaron de iniciar las investigaciones correspondientes y se llevaron detenidos a los cuatro uniformados actuantes, aunque se conoció que solo tres de ellos serían imputados.

No se sabe la razón por la cual habrían decidido dejar por fuera (no imputar) al agente Eninyer Sosa, quien también estaba en el lugar.

La Fiscalía 94 Nacional de Derechos Humanos y la Fiscalía 126.º del Área Metropolitana de Caracas fueron comisionadas para conocer y dirigir la investigación. Los detenidos fueron identificados como Leudis Armando Freitas Ulloas, Emerson Jhorjan Delgado Azuaje y Henrique José Pacheco Medina, todos pertenecientes a la Unidad Contra Bandas Criminales de El Junquito. Serán imputados por los delitos de homicidio calificado en grado de frustración y uso indebido de arma orgánica.

 

Wilmer Poleo Zerpa


Noticias Relacionadas