16/10/22.- Las lesiones por quemaduras son altamente traumáticas, ya que las secuelas físicas y psicológicas ponen en riesgo la salud del cualquier individuo, independientemente de la edad, condición física y desempeño físico. Si nos referimos a un atleta, este podría cambiar de manera drástica su rutina, su desempeño y hasta su futuro deportivo.

Dependiendo de la etiología, el tipo de quemadura, su extensión, las complicaciones y su correcto abordaje, tanto en etapa aguda como crónica, el proceso de recuperación será satisfactorio o no. 

En las heridas por quemaduras, el tratamiento convencional consiste en la aplicación vía tópica de antibacterianos, limpieza constante de la zona lesionada, elevación de las zonas quemadas e injertos cutáneos, en casos de lesiones muy graves. Cuando las quemaduras se encuentran en articulaciones, se emplea el posicionamiento con férulas, los ejercicios en todo el rango articular y las movilizaciones pasivas de los segmentos corporales para evitar contracturas y la aparición de deformidades.

Es importante insistir en esto: mientras más pronto el paciente o atleta quemado inicie su cotidianidad y realice ejercicios, los beneficios serán sin duda uno de los mayores logros para su recuperación, entre ellos tenemos que la respiración mejora de manera considerable, al igual que la función cardiaca; la flexibilidad se va recuperando, ya que con los estiramientos pertinentes de las articulaciones o segmentos afectados se regenera su capacidad para moverse; también disminuye y evita la aparición de bridas y cicatrices hipertróficas con el posicionamiento adecuado y la fisioterapia.

Las actividades aeróbicas aumentan la frecuencia cardiaca, mejoran el estado del corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos. Caminar es un ejercicio aeróbico excelente, el fortalecimiento muscular también es súper importante, al igual que las actividades recreativas como juegos que requieren movimiento corporal.

Cabe destacar que los ejercicios y actividades deportivas se adecuarán de acuerdo a la condición del paciente, todo debe ser a tolerancia y con supervisión médica y fisioterapéutica. Los que se encuentran en periodos de reposo por su condición, de igual modo tienen un programa de ejercicios para mantener la fuerza, las amplitudes articulares. De allí la importancia del fisioterapeuta en este proceso de recuperación en el individuo quemado.

Ydalmis Bravo