16/10/22.- Dos días antes de su ilegal extracción a Estados Unidos (EEUU), el diplomático venezolano Alex Saab se mantenía firme en la denuncia de las irregularidades sobre su inédito caso. A pesar de un dictamen del Tribunal de Barlavento, su esposa e hijas no contaban con visa para visitarlo en Cabo Verde, donde fue detenido pese a gozar de inmunidad, el 12 de junio de 2020.

“Por mucho que lo intente, no puedo ver qué amenazas concretas para el sistema judicial caboverdiano pueden representar mi esposa e hijas, de 4 años y 18 meses (…) pero es posible que puedan proyectar, con la visita de mis seres queridos, una amenaza a su conciencia y paz mental”, refería el Enviado Especial de la República Bolivariana de Venezuela y Embajador Adjunto ante la Unión Africana en una carta dirigida al pueblo caboverdiano el 14 de octubre de 2021.

Saab, paciente oncológico, tenía en aquel tiempo siete semanas esperando ser trasladado de Isla de Sal a la ciudad de Praia, para recibir atención médica especializada. A pesar de decisiones de instancias como el Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao) y el Comité de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, el gobierno de Ulisses Correia incumplía estas medidas mientras se allanaba el camino para su extradición.

“Es a estas consecuencias, dañinas a corto, mediano y largo plazo, que llamo su atención, además de invitarlo a echar un vistazo a la situación en la que me colocaron el Gobierno y el poder judicial de su país, a la que, sin embargo, deseo mucho éxito en su viaje hacia el desarrollo y la plena independencia”, expresa Saab en la carta, un preludio de su segundo secuestro.

El ilegal traslado a EEU

En un escenario marcado por la violación sistemática de normas y leyes, el gobierno de Cabo Verde pretendía crear las condiciones para facilitar el traslado de Saab, quien fue coaccionado para firmar una declaración voluntaria de extradición. Además, se desconocieron dictámenes como la sentencia de la Cedeao emitida el 15 de marzo de 2021, que ordenó anular el juicio que buscaba facilitar la extracción del diplomático, y se retrasó el cumplimiento de medidas que reconocían su inmunidad.

El objetivo de esas dilaciones quedó al desnudo el 16 de octubre de 2021, cuando efectivos de seguridad sacaron al diplomático de la vivienda donde permanecía ilegalmente detenido, para montarlo en un avión hacia EEUU. El procedimiento no fue notificado a la Embajada de Venezuela en la nación africana ni al equipo de abogados defensores.

Pero los visos de ilegalidad no quedan ahí: Cabo Verde y EEUU no tenían acuerdo de extradición, así que apelaron a la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional para justificar esta arbitrariedad. Además, se violaron de nuevo instrumentos como la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.

Ya en territorio estadounidense, Saab enfrenta un juicio de conspiración para lavado de dinero, paralizado por el desarrollo de otro proceso ante tribunales para demostrar su inmunidad diplomática. La próxima audiencia de este segundo juicio está prevista el 31 de octubre.

Reacción internacional contra la injusticia

Tras conocerse el segundo secuestro, el Gobierno venezolano expresó inmediatamente su enérgico rechazo a esta medida, que paralizó el diálogo con factores de la oposición venezolana que se desarrollaba en Ciudad de México. Saab era uno de los miembros de la delegación que representaba a la administración de Nicolás Maduro en el proceso.

La irregular extradición fue “un secuestro en toda la línea del gobierno de EEUU para un diplomático internacional”, pues la administración de Joe Biden sabía que a través de esta acción “le metía una puñalada mortal a los diálogos y negociaciones", alertó el presidente Maduro, quien reivindicó el rol jugado por Saab para traer comida, combustible y medicinas, en medio de la imposición de medidas coercitivas unilaterales por parte del gobierno estadounidense.

Frente a la denuncia del Estado venezolano, llevada a instancias como Naciones Unidas, países hermanos como Cuba, China, Irán y Rusia rechazaron el secuestro de Saab, al tiempo que movimientos sociales han expresado su solidaridad con el pueblo venezolano.

Firmeza por la verdad

Representantes de organizaciones sociales se concentraron en la plaza Bolívar de Caracas el 17 de octubre de 2021. Allí, la esposa del diplomático, Camilla Fabri, leyó una carta en la que Saab responsabilizó al gobierno estadounidense y a grupos ligados al exdiputado Juan Guaidó, de su integridad.

“Deseo dejar claro que no tengo nada que colaborar con EEUU. No he cometido ningún delito ni en EEUU ni en ningún país”, expresaba en la misiva el diplomático, quien denunció nuevamente el voraz bloqueo contra los venezolanos para robarle sus riquezas.

Además, instó al pueblo a mantenerse unido ante estas agresiones perpetradas para vulnerar su soberanía. Un año después, el llamado de Alex Saab sigue vigente: “No nos permitamos ser derrotados. Nunca volverán”.

ROSA PELLEGRINO / CIUDAD CCS