13/06/2024.- La crítica cinematográfica en Venezuela no ha sido muy profusa, pese a la gran cantidad de cinéfilos doctos con los que contamos en nuestro país, donde existe una verdadera afición al séptimo arte. En Caracas y otras ciudades del país se fundaron durante el siglo XX cineclubes e instituciones como la Cinemateca Nacional, que propiciaron ciclos y ediciones de revistas (Cine al Día, Encuadre) y libros sobre este arte. Contamos con excelentes críticos como Rodolfo Izaguirre, Ambretta Marrosu, Juan Nuño, Alfonso Molina, Fernando Rodríguez, Rubén Monasterios y otros, que sostuvieron columnas de teatro y cine en los espacios de prensa. Incluso quien firma este trabajo ha pergeñado un par de volúmenes sobre este tópico, con intención de enriquecer ese legado.

A todos ellos debe sumarse el significativo volumen de Jacobo Penzo Cine escrito (2015), conformado por reseñas sobre filmes programados para ser exhibidos en la sala del Celarg durante varios años. Se trata de ciento ocho reseñas cortas caracterizadas por su amenidad, precisión y buena escritura, las cuales su autor ha dividido en varias secciones: cine norteamericano, francés, alemán y ruso, y otra dedicada a directores notables del siglo XX: "Otras voces, otras visiones", donde da cabida a cineastas como Margot Benacerraf, Yasujirō Ozu, Wim Wenders, Peter Brook, Lars von Trier, Charles Chaplin y el cine erótico. Demás está decir que Penzo se acerca a los principales cineastas del pasado siglo (algunos activos aún), como Orson Welles, Michael Curtiz, Clint Eastwood, Billy Wilder, Nicholas Ray, Elia Kazan, John Ford, Alfred Hitchcock, David Lynch, Stanley Kubrick, Charles Vidor, George Lucas y otros. Del cine francés, leemos abordajes a Marcel Carné, Costa-Gavras, Jean Renoir, Jean-Pierre Melville, Éric Rohmer y Louis Malle. Desde Alemania asoman los realizadores Josef von Sternberg, Fritz Lang, Leni Riefenstahl, Wim Wenders, Rainer Maria Fassbinder y Werner Herzog. En la sección del cine soviético tenemos los nombres de Mijaíl Kalotózov y Andréi Tarkovski.

Aparte de su labor como crítico (dentro de la cual ya había ofrecido la obra Veinte años por un cine de autor, 2000), también intentó con la narrativa literaria con un libro de cuentos, Qué habrá sido de Herbert Marcuse (2014), y un libro de poemas, Rumores (2014). En el campo de la cinematografía, Penzo se destacó con sus obras El afinque de Marín (1980), La casa de agua (1984), Maracaibo blues (2001), Borrador (2006) y Cabimas (2010), que le merecieron el Premio Nacional de Cine y la Orden de Caballero de las Artes y las Letras de la República Francesa en 2002.

Hoy cae en nuestras manos este precioso volumen editado por el Centro Nacional de Cinematografía, el cual remarca la valiosa labor de este cineasta nuestro nacido en Carora, estado Lara, en 1948, y fallecido en 2020, quien merece hoy todo nuestro reconocimiento.

Las obras están allí, las preguntas a las que aluden son las de siempre: cuál es nuestro destino, por qué y para qué estamos aquí, qué nos trae el inquietante futuro. Son los eternos interrogantes humanos: lo inédito es esta sensibilidad hipertrofiada por los medios, hipnotizada por la realidad virtual, invadida por la impúdica violencia en 3D. Las respuestas a esas preguntas corresponden a cada uno desde la compartida soledad de la butaca de la sala en penumbras. Cada espectador sabrá responder con su particular sensibilidad, experiencia y conocimiento a los retos del presente, al llamado que nos hace el tiempo que nos ha tocado vivir. (Jacobo Penzo).

Gabriel Jiménez Emán