Comentarios noticiables | 28 de julio

Consideraciones de derecho político

22/06/2024.-

I

Las elecciones en la República Bolivariana de Venezuela son un derecho político que se viene ejerciendo de conformidad con la Constitución sancionada por la Asamblea Nacional el 4 de enero de 2009, aprobada por las y los venezolanos en referendo del 15 de febrero de 2009 y promulgada por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Rafael Chávez Frías el 19 de febrero de 2019. Todo esto, completamente natural, le concierne a una de las instituciones más importantes de nuestra democracia revolucionaria, el Consejo Nacional Electoral (CNE).

El pueblo venezolano sabe cómo elegir y ya tiene fecha para las elecciones presidenciales: el 28 de julio de 2024. Seguramente, el candidato que más les interesa a las y los electores venezolanos será aquel que tenga una probada talla de hombre de Estado. Y, por supuesto, el candidato valiente que pueda sortear todas las trampas de grupos políticos de derecha y de ultraderecha, que furiosamente atacan al gobierno de la Revolución Bolivariana, con el padrinazgo de Estados Unidos y sus patios traseros.

El domingo 28 de julio de 2024 se celebrará la contienda presidencial para el período 2025-2031. Se registraron 13 candidatos ante el CNE, entre el 21 y 25 de marzo del presente año, presentados por 37 organizaciones políticas. El actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aspira a ser reelecto por una gran mayoría de electores que posiblemente volverá a sorprender a la mayoría de sus opositores, quienes de antemano están listos para cantar fraude si la votación no los favorece, y así agradar con obediencia la línea de política exterior de EE. UU. y sus aliados.

En todo el territorio nacional, la precampaña electoral del candidato Maduro se ha visto como la favorita por la actividad cívica, en rechazo a los intentos obsoletos de los opositores. La conciencia política de la gente, con una resolución cada vez más antiimperialista, ratificará su favoritismo político por la Revolución.

Con la confusión, vacilación, retroceso, la debilidad unitaria y la falta de realismo en lo nacional e internacional, la oposición irá nuevamente al borde de lo que se podrá ser una realidad: una nueva derrota. Intuyo que eso es la verdad, nada más que la verdad. El velo de la desestabilización en nuestro país por parte de los mandamases de la oposición hace mucho tiempo que se hizo transparente en lo político, económico y social, tanto en lo interno como en lo externo. Creyeron tener el poder por haber ganado las elecciones de la Asamblea Nacional (AN) de diciembre de 2015. Henry Ramos Allup, presidente de la AN, aseguró sacar del poder a Maduro en el término de seis meses, inspirado en el juicio político a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y esperanzado con un posible triunfo en un referendo revocatorio, lo cual no lograron. No se contó con la astucia con la que el presidente Maduro se respaldó en el proceso del poder constituyente, autorizado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

 

II

Son demasiados dentro de la oposición quienes, por diferentes razones, sin importar su manera de pensar, se oponen a la venta forzosa de la empresa venezolana Citgo por parte de Estados Unidos. Todo esto con el consentimiento de la fauna opositora de Juan Guaidó, Leopoldo López, Julio Borges y demás personajes de apellidos neofascistas.

Recientemente, el presidente Maduro, por la cercanía a las elecciones del 28 de julio de 2024, durante el programa televisivo semanal Maduro +, explicó que Citgo fue rematada por parte de la agenda injerencista de Washington. Al respecto, enfatizó que los promotores del robo de la empresa deben ir a la cárcel.

 

J. J. Álvarez


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