Tinte polisémico|Importancia de la relación bilateral China-Venezuela
19/07/2024.- El Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, dadas sus atribuciones como jefe del Ejecutivo nacional, en lo concerniente a gestionar la política exterior del Estado venezolano, ha declarado ante la nación, en el marco de la relación bilateral entre China y nuestro país —la cual ha alcanzado en el año 2024 los cincuenta años de antigüedad—, que esta asociación, en virtud de las razones y las condiciones actuales de orden geopolítico, tiene un alcance de naturaleza estratégica e integral a toda prueba y a todo tiempo.
Es una realidad incontrovertible, al constatar a través de los indicadores de crecimiento y desarrollo —certificados por instancias y agencias independientes internacionales—, la evolución de China en los ámbitos económico, educativo, científico y tecnológico, de infraestructura y de logros sociales alcanzados. Sería sumamente extenso enumerarlos, describirlos, cuantificarlos y, por supuesto, explicarlos.
Como consecuencia de ese grado de desempeño demostrado como nación, la República Popular China, en su despliegue como actor internacional, genera efectos que también resultan indiscutibles por su connotación y la significación de su rol geopolítico en el concierto de las relaciones internacionales. Podría sintetizarse como el "actor global" con el desempeño más relevante que irrumpe en el siglo XXI, con claras y determinantes demostraciones de haber asumido con "personalidad propia" su participación protagónica en un nuevo orden planetario multipolar.
Se trata de un modelo, una realidad particular, peculiarísima, que podría definirse y concebirse con frases y expresiones como las que siguen:
- Un sistema socialista con las especificidades capitalistas necesarias para avanzar en el mundo de hoy.
- Un pragmatismo orientado estratégicamente, que gestiona cambios económicos sin desmontar su institucionalidad política.
- Un gradualismo sin políticas de choque, con iniciativas para el desarrollo y la seguridad global.
- Un modelo alternativo de desarrollo sostenible y una sociedad de futuro compartido, con la necesidad previa e imprescindible de la creación de riqueza para, de forma justa y equitativa, distribuirla para el pleno disfrute de la mayor cantidad posible de ciudadanos.
Podría, en una primera aproximación, parecer mera retórica, pero la praxis concreta demuestra que han dejado de ser pobres, han transformado el estatus socio-económico-cultural de "varios cientos de millones de individuos" a través de políticas públicas de corto, mediano y largo plazo, en muy pocas décadas. Es un fenómeno sociopolítico que merece un profundo y sistemático estudio.
El análisis de la relación estratégica Venezuela-China, entre tantos aspectos importantes, debe contemplar las fortalezas y oportunidades que serían aprovechables por la República Bolivariana de Venezuela (RBV) de la nación asiática, la ciencia y la tecnología de que disponen, las bondades de su sistema educativo, la experiencia acumulada y las disponibilidades de capital y de su población y territorio continental como el mercado potencial que representan.
Por otro lado, debemos sistematizar nuestra oferta con nuestros atractivos en reservas de hidrocarburos (petróleo y gas), yacimientos minerales, la productividad de las tierras y espacios acuáticos, la potencialidad turística multidestino y de biodiversidad, así como presentar las posibilidades y oportunidades de inversión y desarrollo en el frágil parque industrial, y debilidades de infraestructura, sistemas de comunicación (carreteras, vías férreas), aeropuertos, puertos, telecomunicaciones, entre tantos otros.
Dada la visión y perspectivas de la planificación china a la luz de su cultura y su experiencia histórica, la RBV puede significar, por su ubicación, un gran centro de distribución logística regional (hub logísticos) en los planes y proyecciones de la gran estrategia del gigante asiático en la nueva arquitectura internacional. También aprovechar el concepto y la exitosa experiencia china de las zonas económicas especiales (ZEE), es uno de los medios e instrumentos a los cuales debemos abocarnos en lo mediato, además de visualizarnos y mantenernos alineados en esa iniciativa que les orienta, tanto a Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y otros, en la conformación del bloque regional de los Brics+. De esa forma podremos concebirnos como país de Latinoamérica integrado a lo que los teóricos de la geopolítica, de distintas épocas y tendencias, han conceptualizado como la gran región y polo planetario de Eurasia.
Héctor E. Aponte Díaz