Parroquia adentro | Un fenómeno social llamado El Silencio (parte III)

Reurbanización El Silencio

26/10/22.- El proyecto de la Reurbanización de El Silencio, como primer sistema multifamiliar construido en Caracas, fue definitivamente revolucionario para la época, generando contraste con lo que representó previamente ese sector.

En el programa contentivo de 14 puntos fundamentales para el desarrollo del proyecto destacaban prestaciones ajustadas a una propuesta urbanística comprometida con el bienestar de los habitantes. Algunas de ellas fueron:

“La distribución de los apartamentos será con la siguiente proporción: 20 % de dos dormitorios, 50 % de 3 dormitorios y 30 % de cuatro dormitorios.

Los apartamentos tendrán ventilación directa.

Se instalarán escaleras de emergencia.

Adopción de los patios internos de manera que solo tengan acceso para los peatones y que puedan ser cerrados a la calle.

Instalación de dispositivos especiales adecuados para la recolección de basura.

La relación de las áreas del urbanismo deberán ser: 30 % para calles, 30 % espacios libres y 40 % construcción.

Creación de 400 locales que se destinarán al comercio y a pequeñas industrias".

En total fueron construidos siete bloques para albergar casi 900 apartamentos, la mayoría con cuatro pisos de altura, salvo el Bloque 1 que con siete pisos, tiene como objeto ser el fondo decorativo del sistema urbanístico haciendo armonía con la avenida Bolívar y una la plaza central. 

Formaron parte de este conjunto dos plazas colosales, la plaza Urdaneta (hoy plaza O’Leary), ubicada frente al Bloque 1, y la Plaza Miranda, situada frente al Bloque 7. 

Carlos Raúl Villanueva, pionero en el desarrollo de una “arquitectura social”, incorporó parques infantiles en cada bloque, lejos de todo tráfico y del ruido de la calle, centros de deporte para adultos y espacios libres entre la plaza Urdaneta y la avenida Bolívar, para el encuentro de la comunidad.

Uno de los elementos decorativos más hermosos del complejo urbanístico es la fuente denominada Las Toninas, realizada por el escultor margariteño Francisco Narváez. Esta obra de arte fue solicitada por el mismísimo Villanueva al artista con el fin de exaltar el centro del conjunto. Narváez ideó dos grandes grupos escultóricos, cada uno con cuatro figuras de mujeres desnudas que relatan en medio del juego de aguas una leyenda folklórica neoespartana, la cual se refiere al auxilio de unos náufragos por un grupo de toninas, probablemente evocando alguna similitud con el rescate del lugar.

La reurbanización El Silencio es desarrollada en una transición que parte de los vestigios de la arquitectura colonial, que aún se apreciaba en la ciudad, hacia las nuevas tendencias de urbanismos multifamiliares en vigor en las grandes ciudades del mundo, siendo así que podemos ver algunos rasgos coloniales en las portales, columnas, rejas, molduras pesadas, arcadas y, sobre todo, la presencia de espacios verdes en avenidas y parques de la reurbanización.

Aunque el primer bloque a ser inaugurado fue el número 7 en fecha 5 de julio de 1944, la reurbanización El Silencio, en su conjunto, fue inaugurada a las 5:30 p.m. del 26 agosto de 1945 por el presidente Medina.

Terminamos con un fragmento del discurso de Diego Nucente Sardi, presidente del Banco Obrero en el marco de la inauguración del Bloque 7: “… estamos interesados en las mejoras de las habitaciones como el mejor medio de construir el carácter del hombre; y no debemos olvidar que la estabilidad del Estado depende del carácter de sus ciudadanos.”


Gabriel Torrealba Sanoja
Julio González Chacín †

parroquiadentro@gmail.com

 

 

 


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