Araña feminista | La violencia política contra las mujeres
Marcha Mundial de las Mujeres Venezuela
19/08/2024.- En el marco de la última semana de tensiones poselectorales la Marcha Mundial de las Mujeres, coordinación nacional de Venezuela sienta posición sobre los lamentables hechos de violencia que una vez más enlutan a la nación.
Lamentamos que pese a todos los intentos del Gobierno venezolano de tender espacios de diálogo y construcción colectiva del país soberano y en paz que queremos la mayoría de las y los venezolanos, el fascismo una vez más opta por la vía desestabilizadora y violenta.
Así como en las otras 30 elecciones anteriores, la oposición se niega a reconocer la victoria del pueblo revolucionario, la legitimidad de las instituciones electorales, el marco legislativo vigente y los mecanismos para dirimir las inconformidades con los resultados. Una vez más hacen llamados a la intervención extranjera y la fomentan haciendo alianzas con intereses de corporativismo internacional como con el magnate Elon Musk de X.
En esta oportunidad han ido un paso más allá y han pagado a grupos para que ataquen y siembren el caos en las zonas populares, muy especialmente en las zonas tradicionalmente chavistas, pretendiendo sostener así que el Gobierno venezolano no tiene pueblo que sostenga su revolución. Es así que pretende infringir daños no solo materiales, sino también simbólicos y a la subjetividad del pueblo.
Nosotras como militantes de la Marcha Mundial de las Mujeres hemos reflexionado mucho sobre cómo las guerras benefician a los poderes transnacionales y afectan de forma diferenciada a las mujeres. Como venezolanas tenemos huellas en nuestro cuerpo-alma-mente de lo que ha sido resistir la guerra económica, el bloqueo y las sanciones. Es profundamente triste tener que volver de nuevo a denunciar la violencia política a la que son sometidas nuestras compañeras, especialmente en las zonas populares. Dos militantes populares han sido sacadas de sus casas y asesinadas en la vía pública.
Señalamos que los llamados “comanditos”, pagados por la extrema derecha venezolana hicieron especial énfasis en el acoso y hostigamiento de mujeres líderes comunitarias, pretendiendo amedrentar a la base y a los liderazgos comunitarios que mantienen los programas sociales que dan sostén alimenticio, de servicios y políticas públicas, destinadas a mitigar los efectos de las sanciones en el bienestar del pueblo.
Sabemos que la violencia política que se ejerce contra las mujeres no solo tiene como objetivo acabar con un liderazgo individual, sino que busca sobre todas las cosas amedrentar al resto del colectivo de mujeres.
Nosotras defendemos el derecho político a manifestar, sin embargo, hacemos un llamado de atención sobre que este derecho no justifica el hostigamiento de mujeres con ideas diferentes en sus casas ni la quema de propiedades públicas, el ataque a hospitales o daño alguno a propiedades públicas, personales o comunitarias. Así como no contempla o legitima el acoso y hostigamiento, instigación al odio o al racismo. Estos actos lejos de ser manifestaciones políticas válidas son delitos.
Asimismo subrayamos que muchas de las personas jóvenes involucradas en los eventos violentos de la pasada semana fueron incitadas y manipuladas desde las redes sociales y se han involucrado sin medir mucho las consecuencias de sus actos. Hoy nos solidarizamos con esas familias, mujeres y comunidades que de ahora en adelante tienen que enfrentar las consecuencias de tales irreflexiones.
En Venezuela mucho se ha avanzado sobre lo que la feminista Argelia Laya llamó “la mayor alienación de la mujer”. En nuestras comunidades se lucha y vence cotidianamente el apolitismo que durante años se impuso a las mujeres. Las venezolanas avanzan en la constitución de un sujeto político mujer con conciencia de sus opresiones y también con el conocimiento de su poder y papel en la transformación de las mismas. En estos cambios de conciencia la extrema derecha, el imperialismo ve un evidente peligro, por eso hace a las mujeres y sus organizaciones objetivos de violencia.
En este marco pedimos justicia para las víctimas del fascismo que volvió a mostrar sus dientes. Y especial diligencia en determinar las responsabilidades, celeridad en los procesos de administración de justicia y aplicar penas de acuerdo a los delitos cometidos.
Nosotras seguimos debatiendo y generando espacios para reconstruir el tejido social que viene siendo rasgado, desde hace rato, a través de las redes sociales y medios de comunicación hegemónicos que se dicen ser imparciales y objetivos, pero cuyas contribuciones a la violencia y el odio entre las venezolanas y venezolanos son evidentes.
Equipo Editorial