Memorias de un escuálido en decadencia | Avión
13/09/2024.- ¡Te fuiste sin saber! Nos abandonaste desde el 29 de julio que te enchucaste en la Embajada de los Países Bajos. ¡Qué vaina contigo, Edmundo! ¿Por qué no nos dijiste desde ese día que ya la vaina no era contigo? ¿Que ya estaba bueno de vainas? Después el hombre de los Países Bajos te quiso convencer para que siguieras echándole bolas, y tú: "No, que no, que no, que así que no trabajo yo", y te fuiste para la Embajada de España, la dictadura te dio un salvoconducto y te mandaron un avión, y al carajo los enfermos. Así no se puede, hermano. Uno echándole bolas y escribiendo e insultando a medio mundo por X para defenderte y vienes tú y nos echas esa vaina. Ahora sales paseando con el Pedro Sánchez, que dice que te atiende por solidaridad y por razones humanitarias, pero nunca dice que te reconoce como el presidente electo. En cambio, los compañeros de la Corte de Fernando VII, perdón, del Parlamento español, te reconocen como presidente de Venezuela y estamos seguros de que esa vaina te tiene arrecho, porque ya tú no quieres seguir en ese peo. Se nota en el video cuando vas caminando con el Pedro Sánchez, que tiene una pinta de dictador del carajo, que le vas explicando cómo fue la vaina y a lo mejor le estás diciendo que ya tú no soportas más, y que quieres estar en paz. Esta vaina es lo más parecido a las rondas aquellas, que hacen daño y dan pena y se acaba por llorar…
Y la compañera María —Súmate— CM no sabe qué hacer. Llamó a una marcha en Madrid y casi nadie fue a esa vaina. Allá estás en manos de Leopoldo —Verso Corto y Verso Largo— López y Antonio —Pensionado— Ledezma; te escapaste de la compañera María —Súmate— CM, pero caíste en esas manos que son peores, hermano. Mientras tanto, aquí, nosotros vemos cómo la dictadura hizo una cumbre contra el fascismo, donde vinieron un montón de carajos a hablar mal de nosotros durante dos días. Allí estuvieron dando conferencias y charlas y entrevistas, y toda esa vaina era contra nosotros, que somos fascistas, y contra el compañero Pinochet y otra gente, pero el peo era con nosotros, porque en eso la dictadura es muy buena: uno hace una vaina y ellos inventan un congreso. Ahora para diciembre viene la Cumbre de la Comunicación Antifascista. Definitivamente, estos carajos se la saben todas. Ya son pocos los compañeros que quieren seguir echándole bolas a este peo, porque sienten que todo se derrumbó dentro de ti, y los periodistas nuestros ya no saben qué carajo decir. Escriben en El País, ese diario español que parece más venezolano que ningún otro, y no encuentran cómo justificar esa vaina tuya. Dicen que lo mejor que te pasó en esa campaña electoral fue ese viaje a Madrid, sobre todo en ese avión que vino especialmente a buscarte. Ese es un lujo del carajo, hermano. Eso que desde España venga un avión a buscarlo a uno, de manera especial, nos parece alucinante.
El papá de Margot vio el paseo de Edmundo González con Pedro Sánchez en un video en la computadora y mientras lo veía, decía: "Ahí vas, con toda la elegancia del mundo, acompañando al Pedro Sánchez, y mientras tanto, los que nos jodimos aquí en el país y los que pedimos las actas, aunque tu abogado dijo que tú no tenías nada que ver con ese peo, nos quedamos aquí, en lo que queda de país, echándole bolas a esta vaina. Ya pronto nos olvidarán y el 10 de enero yo no sé delante de quién te vas a juramentar. A menos que la Corte de Fernando VII invite a Guaidó para que él te juramente. ¡Qué circunferencias!". Y se fue al cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro que la vecina salió gritando: "Vete para España, muérgano".
—Yo soy un par de melladas garras que en el fondo del mar perecen…— me declama Margot.
Roberto Malaver