Memorias de un escuálido en decadencia | Capriles
27/09/2024.- ¡Agárrate de la brocha, que me llevo la escalera! Coño, Capriles, se nos fue el compañero Edmundo para España y ahora también te vas tú de Primero Justicia. Nos estamos quedando solos, fañé y descangallados. Lo que le dices al compañero Julio —Matemático— Borges es lo que todos sabíamos desde el principio, que fue el verbo, pero, como siempre, tú sabes que, como político, esas vainas se piensan, pero no se dicen. Desde que la mamá del poeta Leopoldo le regaló aquel cheque de Pdvsa a Matemático Borges para que fundara Primero Justicia, ahí comenzaron los peos por cuánto hay pa eso. Lo peor de la vaina fue cuando, en la Asamblea Nacional, el hombre del garrote vil, el del programa que ahora es ministro con cartera, sacó una fotocopia ampliada del cheque que la señora de López, la madre del poeta, le había dado al compañero Julio. Las cámaras del canal de la dictadura mostraron en primer plano la cara de Matemático Borges y aquello parecía un poema a la sinvergüenzura, pero menos mal que ya se le quitó ese mal y ahora levanta la cara como si fuera inocente. Tú sabes bien, Caprilito, que desde el comienzo comenzamos corruptos y moriremos corruptos. Corruptos siempre, honestos nunca; así, parodiando a lo que gritan los militantes de la dictadura. No te arreches con nosotros, pero tenemos que darle ahora la razón al dictador anterior cuando te dijo aquella vaina: "Ah, muchacho pa bobo", porque solo a ti se te ocurre esa vaina de renunciar ahora a la junta directiva del partido. En la nota de El País de España dicen que aquella vaina causó una conmoción en el interior del partido, y se nota que están locos de bola, porque esa vaina le importa un carajo a la gente. Todos lo sabemos.
El lunes enviaste la carta al partido y el martes, para que la gente se enterara de esa gran noticia, escribiste un tuit o X y eso puso a mucha gente a reírse, porque así somos nosotros. Es decir, que hasta el candidato presidencial José Brito tenía razón, según dices tú en esa carta, porque tú estás denunciando lo que él denunció. Así que, carajo, por favor, no cometamos más errores, que ya no caben en la antología que nos están haciendo unos carajos por ahí. Lo que da más risa, sin embargo, es que el partido decidió no aceptarte la renuncia, Caprilito, y van a estudiar el caso. Eso sí, al compañero Eudoro —Asilo— González sí le aceptaron su “autoexclusión”. Ahí sí somos "arrrechos", pero si somos tan arrechos, ¿por qué no salimos a la calle y pedimos que Edmundo deje de ser un negocio millonario para el poeta Leopoldo —Verso Largo y Verso Corto— López y para Antonio —Pensionado— Ledezma, y nos vamos al CNE y pedimos que nos muestren lo que queda de los resultados, para ver si es verdad que ganamos? ¿O no ganamos? ¿O cómo es la vaina? Está bien que Ledezma y López y Carlos Vecchio y Julio —Matemático— Borges estafen a Estados Unidos, porque ese país nos ha robado que jode, pero, ¡coño!, que no nos estafen a nosotros, que desde que nos vimos amándonos estamos…
El papá de Margot abrió, en la computadora, la página del diario El País y allí vio la renuncia de Embajada Radonski, y se puso las manos en la cabeza y dijo: "¿Pero qué vaina es esta? Este carajo está loco de bola a bola. ¿Cómo se les ocurre esa pendejada a estas alturas del juego político? Todo lo que dice en la carta lo sabíamos nosotros. Ni de vaina, con gente así no se va a ninguna parte. Mejor dicho, solo se puede ir a un solo lugar: ¡al carajo!". Y se puso de pie y fue directo al cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro que la vecina salió gritando: "Renuncia, muérgano. Vete para España".
—Azul de aquella cumbre tan lejana… —me declama Margot.
Roberto Malaver